vitoria. 2010 no ha sido un bueno año para las mujeres, en realidad, casi ninguno lo ha sido porque esa lacra llamada violencia machista sigue ahí y lo peor de todo es que no hay visos de que la solución llegue a corto plazo, ni mucho menos. De hecho, el pasado año murieron 71 personas, 15 más que en 2009 y sólo cinco menos que el fatídico 2008. También ha sido un mal año para Euskadi, donde seis mujeres han perdido la vida: Elena Cal, Amelia Sánchez, Isabel Vélez, Amelia Amaya, Annie Forment y Cristina Estébanez.
Ante esta realidad, gobiernos, las asociaciones de mujeres y partidos políticos no han tenido otro remedio que calificar el año 2010 como "muy negativo" en relación a la violencia de género, fundamentalmente, por el aumento de los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas respecto a año pasado.
El delegado del Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente, advertía de que, a pasar de elevarse el número de víctimas mortales a 71, "se puede hablar también de continuidad e incremento en los recursos, ayudas y apoyos a las mujeres maltratadas para salir de la violencia de género".
Si bien afirmó que no quiere "minimizar el problema", también ha pedido "confianza" a la sociedad para que entienda que "todo lo que se está haciendo" para combatir la violencia, "acabará teniendo sus frutos". Así, insistió en que si se hace una valoración "global", y se compara con el periodo anterior a la Ley Integral contra la violencia de género (aprobada en 2004), "hay una disminución del 8,3% de los homicidios". "Si no hubiéramos actuado, estaríamos hablando de más de 100 mujeres asesinadas al año", ha advertido.
Por el contrario, lamentó que se critique la ley en base a las cifras de 2009, en el que murieron 55 mujeres, un año, que, a su juicio, "se utiliza para cuestionar lo que se está haciendo, en lugar de tomarlo como un dato de referencia". "Si el año pasado fuimos capaces de disminuir un 27% los homicidios es que es posible", insistió Lorente, para añadir que 2010 está por debajo de 2004, 2008 y al mismo nivel que 2003 y 2006.
Sobre los datos de la Secretaría de Estado de Igualdad, destaca el aumento de la edad media de agresores y víctimas en 2010 en 20 puntos, algo que, según explicó, la ley ha quitado más espacio a la violencia hacia las jóvenes y menos a las mujeres más mayores, "que están más consolidadas en una forma de vida más tradicional y les resulta mucho más difícil hacer frente al problema".
Lorente afirmó que hay que analizar cada caso por separado, "al igual que se hace con un diabético" porque cada persona necesita una solución distinta. Por este motivo, ha señalado que desde el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad se está analizando la eficacia de las medidas de protección designadas a las víctimas, así como las circunstancias que rodean a cada una de ellas.
menos denuncias También insistió en la necesidad de concienciar a las mujeres y a la sociedad para acudir a denunciar, aunque, sobre este asunto, criticó que en 2010 hayan denunciado menos maltratadas que en el anterior porque se ha producido una "victimización" de las mujeres sobre la idea de las denuncias falsas.
"Esto ha hecho mucho daño porque ha restado confianza y credibilidad en las mujeres cuando han acudido a denunciar, lo que ha generado que no se hayan adoptado todas las medidas necesarias para garantizar una protección eficaz", criticó, para añadir que estas dudas también pueden generar una respuesta "mucho más violenta por parte del agresor hacia su víctima".
En la misma línea, la portavoz de la Fundación Mujeres, Marisa Soleto, señaló que 2010 representa uno de "los peores" años en violencia machista, aunque advirtió de que el número de muertes no puede ser el único indicador para medir los resultado de la ley integral, sino que "debe servir para aprender de la violencia de género". Asimismo, señaló, de cara a los próximos meses que las actuaciones para combatir este problema deben orientarse a "fortalecer esta confianza social" que, alertó se está viendo afectada por "los retrasos judiciales, las críticas intensas a la propia ley, y la credibilidad de las víctimas en el proceso de protección y a la hora de denunciar".
Por su parte, la secretaria de Igualdad del PSOE, Soledad Cabezón, ha recordado que la lucha contra este tipo de violencia es "un camino muy largo", en el que se lleva trabajando "desde hace sólo seis años". A su juicio, es un problema que está "enquistado" en la sociedad desde hace siglos y "muy ligado a un componente cultural".
La Ley Integral contra la Violencia de Género, aprobada en 2005, lo deja claro, "los jueces y la Policía deben de velar por estas víctimas. No se está haciendo bien porque se siguen matando a las mujeres", denuncian desde la asociación Clara Campoamor. En este 2011 deben llegar cambios, y profundos.