madrid. Un total de 57 periodistas fueron asesinados en todo el mundo durante 2010, un 25% menos con respecto al año anterior, cuando 76 periodistas perdieron la vida en el ejercicio de su profesión, según el último informe publicado ayer por Reporteros Sin Fronteras (RSF). Frente a este dato positivo, este año aumentaron los reporteros secuestrados, hasta alcanzar los 51.
"Menos periodistas fueron asesinados en zonas de guerra respecto a los años precedentes. Los profesionales de los medios de comunicación son ante todo víctimas de los criminales y de traficantes de todo género", explica el secretario general de RSF, Jean-François Julliard, precisando que "las mafias y las milicias son los principales asesinos de periodistas en el mundo".
La organización incide en que la región más mortífera del mundo continúa siendo, con un gran margen, Asia, que cuenta con 20 casos, once de ellos solo en Pakistán. Así, según RSF, los tres países más violentos para los periodistas durante la última década fueron Pakistán, Irak y México. En el primero, los periodistas, tomados como blanco por los grupos islamistas o víctimas colaterales de atentados suicidas, pagaron el precio más alto este año con once muertos.
En Irak siete periodistas fueron asesinados, frente a cuatro el año anterior, la mayoría de ellos tras la retirada de las tropas estadounidenses, a finales de agosto de 2010.
En México, la violencia de los narcotraficantes pesa sobre el conjunto de la población y, por ende, sobre los periodistas, quienes se encuentran particularmente expuestos a ella, según RSF.
Por otra parte, la organización ha constatado que en 2010 se produjo un aumento importante en el número de secuestros, ya que en total hubo 51 periodistas secuestrados, lo que contrasta con los 33 casos en 2009, lo que supone un 55% más. Según RSF, cada vez se percibe menos al periodista como un observador exterior y ya no se respeta su neutralidad ni su misión.