vitoria. Diferentes formas de interpretar una misma realidad. Lo que para algunos ha supuesto un empeoramiento sustancial en la gestión de las listas de espera desde que se produjo el cambio de Gobierno en la CAV, para sus protagonistas constituye una mejora cualitativa teniendo en cuenta el "deficiente" modelo implantado en la anterior legislatura. Las cifras, según quién las lea, pueden dar lugar a conclusiones totalmente opuestas.

El consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, advirtió ayer ante la comisión parlamentaria del ramo de que las demoras médicas en Osakidetza "van bien, cumpliendo con las garantías establecidas", y que todavía mejorarán más cuando próximamente se ponga en marcha el nuevo plan sanitario llamado a reducirlas. Un proyecto "más complejo y acabado" que el modelo implantado por el anterior equipo al frente del departamento, "basado en contratar servicios fuera de Osakidetza" y que será presentado en la Cámara vasca en el plazo de dos meses.

Entre otras medidas, el área de Sanidad potenciará las consultas no presenciales, reforzará la atención primaria con la telemedicina, desarrollará la historia clínica unificada, creará unidades funcionales mixtas, flexibilizará las contrataciones de tarde para aprovechar mejor los quirófanos y las consultas, formará a los pacientes para la autogestión de enfermedades crónicas y, aunque sí derivará a la medicina privada, lo hará de forma "preferente" con "los problemas que tengan demoras más elevadas". En cuanto a la autoconcertación, también será "selectiva" y "en los casos con mayores demoras".

Según los datos aportados ayer por Julián Pérez Gil, director general de Osakidetza, la autoconcertación se ha mantenido en 2010 en los mismos niveles que 2009, la externalización para operaciones se ha reducido en un 41,3% y la productividad ha aumentado tanto en consultas externas como en intervenciones quirúrgicas, hasta dejar la lista de espera en este último campo en los 45 días, "la cifra más baja de la historia". La demora media sí ha aumentado en el campo de las consultas externas, aunque Pérez Gil puntualizó que lo que crece son los días en espera, mientras el número de pacientes disminuye. En cuanto a las pruebas complementarias, el director general sí se refirió a ellas como uno de los "puntos débiles" de Osakidetza debido a las carencias en los sistemas de información.