MADRID. El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha asegurado este jueves en el Congreso que el conflicto con los controladores aéreos ha puesto de manifiesto la "desidia y la pasividad" con la que gestiona los asuntos públicos el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. De hecho, le ha recriminado que opte por no hacer nada hasta que no queda "más remedio" y "entonces, hacerlo como sea".
"Deja usted que las cosas se deterioren hasta el límite de lo insoportable, y eso nos obliga a prestarle apoyo para buscar una salida in extremis. Cuando los problemas envejecen por la negligencia del Gobierno, se resuelven mucho peor", ha espetado Rajoy al jefe del Ejecutivo durante el Pleno extraordinario que se celebra en la Cámara Baja para informar de las razones del estado de alarma decretado el sábado.
Este estilo de gobernar que, según Rajoy, el Gobierno ha practicado también con la crisis y con las reformas económicas, hace que "vivir" con Zapatero sea "ir de sobresalto en sobresalto". "Con usted los españoles no ganamos para disgustos", ha exclamado, tras recordarle la crisis de los mercados, los problemas con Marruecos, su ausencia de la cumbre Iberoamericana o el "boicot" de los controladores. "A veces sobran los motivos para que la gente se pregunte si hay alguien que gobierna en España", ha apostillado.
"APOYAMOS LAS MEDIDAS"
Rajoy ha abierto su discurso dando su respaldo a las medidas que ha adoptado el Gobierno en defensa "de la ley y el interés general" para "restablecer la normalidad y reabrir el espacio aéreo". De hecho, ha afirmado que no existen "más culpables directos" del caos aéreo que las conductas "intolerables" de los controladores y ha añadido que defiendan lo que defiendan, las formas que han empleado son "ilegítimas e ilegales".
Tras esta breve exposición inicial de respaldo al gabinete socialista, el líder de la oposición ha entrado a analizar las raíces del conflicto y ha recriminado al Gobierno que en seis años no hay sido "capaz" ni de acordar un nuevo convenio colectivo que sustituya al que finalizó en diciembre de 2004 ni de convocar más de 150 plazas de nuevos controladores, pese a que el tráfico aéreo "no dejaba de crecer de manera vertiginosa".
En su relato de los hechos, ha señalado que en febrero el ministro de Fomento anunció un decreto para solucionar los problemas del sector --al que el PP dio su apoyo-- y seis meses después habló de "principio de acuerdo" con los controladores.
EVITAR LOS OCURRIDO
Sin embargo, ha lamentado que el Gobierno no haya desarrollado los instrumentos que hubieran evitado lo ocurrido, algo que ha achacado a que el titular de esta cartera, José Blanco, es "un ministro a tiempo parcial" que, se dedica a lo que no se tiene que dedicar" y, por lo tanto, "no se dedica a lo que se tiene que dedicar", que es gestionar con eficacia las tareas propias de su ministerio "en lugar de desplazar, con insidias, sus fracasos a la oposición".
"El señor ministro de Fomento es un inútil total, con dosis importantes de caradura porque siempre encuentra una excusa para no asumir responsabilidades", ha proclamado Rajoy citando una frase que en su día empleó Alfredo Pérez Rubalcaba contra el ministro de Fomento del PP, Rafael Arias Salgado, por unos retrasos en los aeropuertos en 1999.
Esta afirmación ha provocado un gran revuelo en la Cámara Baja y el presidente del PP ha aclarado que esos "cariñosos epítetos" fueron los que empleó el actual vicepresidente primero en 1999 contra un ministro del PP. "No seré yo quien diga esto del actual ministro, porque yo no soy así, pero sí seré el que exija al presidente que ponga orden en ese ministerio", ha exclamado.
EL ESTADO DE ALARMA, SIENTA "UN PRECEDENTE".
A renglón seguido, Rajoy ha preguntado a quién se le ocurrió la "brillante idea" de aprobar un decreto "tan conflictivo" en vísperas del puente de la Constitución. "Señor Zapatero ¿ha sido por imprevisión o por imprudencia? ¿o quizá por las dos cosas?", se ha preguntado, para recalcar que ese decreto es "la prueba más evidente" de las "improvisaciones y del fracaso de la gestión" del Gobierno.
Ante el bloqueo del espacio aéreo, ha continuado, no les quedó más remedio que aprobar un tercer decreto declarando el estado de alarma, que, en su opinión, equivale a "una proclamación de impotencia" y que además "sienta un precedente a la hora de abordar futuros conflictos". "Es curioso que haya tenido que llegar usted al Gobierno para que en España se aplique el estado de alarma a un conflicto laboral. Es muy curioso", ha insistido.