iNTERPOL existe. Y actúa. Una empresa afincada en Vitoria y dedicada al alquiler de coches de lujo lo sabe bien, ya que gracias a su intervención ha podido recuperar un valioso vehículo valorado en más de 80.000 euros que fue retirado en la capital alavesa y acabó apareciendo... en Rumanía.

Los hechos tuvieron lugar en marzo, cuando un individuo portugués llegó al citado establecimiento y solicitó el catálogo de coches en alquiler. Tras una breve ojeada, se decantó por un precioso e inmaculado BMW M3 de color blanco. Todo un capricho sobre ruedas valorado en 87.000 euros. Según indicaron fuentes policiales, facilitó un documento identificativo que acreditaba su origen portugués, así como una tarjeta de crédito. Aseguró que pensaba viajar hasta Bilbao. Todo en orden. Se le entregaron las llaves.

Lo que no sabía el arrendatario es que el coche contaba con un sistema localizador. Un día antes de que expirara el contrato de alquiler se dirigió a la frontera y cruzó a Francia, lo que disparó las alarmas en la casa de alquileres. Se accionó la desconexión automática del vehículo a distancia, desde Vitoria, pero el conductor consiguió anular el sistema de paralización y siguió su camino.

El seguimiento del deportivo a través de Internet permitió a la empresa determinar que el mismo llegó hasta una localidad rumana, donde finalmente se detuvo.

Iniciadas las pertinentes investigaciones, se descubrió que la persona que alquiló el coche era de origen rumano, que había aportado documentación falsa -su número de DNI correspondía a un menor argentino- y que formaba parte de un grupo organizado por lo que se informó al servicio Schengen y a Interpol. Nunca había abandonado España y había dejado el coche en manos de otro miembro de la banda, que se lo había llevado a Rumanía. A través de Interpol, el coche fue localizado y gracias al trabajo de la Policía, el arrendatario fue detenido.