Vitoria. Al vicepresidente de la asociación de jubilados de Vitoria Las Cuatro Torres, José Antonio Caro, le parece "vergonzoso" que alrededor de 13.000 ancianos puedan sufrir malos tratos en Euskadi. "A mí me parece que son muchos casos para un tema tan grande que no deberíamos permitir para nadie porque la obligación de todo hijo es cuidar a su padre", explica Caro. Ante todo aboga por que toda la entrega realizada por el progenitor se devuelva en la atención en el hogar antes que en ninguna residencia. "Mis padres fueron atendidos en casa. Lo más gratificante es que lo hagan sus hijos", insiste Caro.
En la asociación Las Cuatro Torres opinan que ya "era hora" de que se investigara esta clase de violencia para "sacar a la luz" los hogares donde reina la humillación a la tercera edad. "En esta organización hemos visto de todo, por eso no nos extraña que la mayoría del maltrato sea psicológico porque hay cuidadores que están sobrepasados, al no tener descanso ni domingos".
Aun así, Caro no justifica que por ese motivo se pueda abusar de un mayor mediante "el cachete por el cachete" o insultos. Por eso, los jubilados de Vitoria aplauden las medidas avanzadas ayer por la consejería respecto a la formación para los cuidadores, pese a que no les cogen por sorpresa. "Ya lo dijo en una conferencia en la que estuve hace mes y medio en Bilbao, en la que también estuvieron representantes de las tres diputaciones y de Eudel", recuerda Caro, quien opina que es preferible que no sean de carácter obligatorio, para que la decisión de acudir a ellos "nazca de cada persona".
Asimismo, el vicepresidente de Las Cuatro Torres ve "lógico" que la consejería de Zabaleta se plantee en un futuro la posibilidad de incorporar cuidadores profesionales por horas. "A veces, uno se asfixia al no poder tener unas horas libres para cambiar el chip", agrega este hombre, quien también cree que deberían de estar controlados los ancianos que están en residencias, pese a que en Euskadi no se oigan casos de negligencia institucional.