con apenas 320.000 vecinos y una capital de tamaño mediano, Álava puede presumir de un altísimo caché en materia de investigación biosanitaria. Tanto por la cantidad y la calidad de los proyectos y publicaciones especializadas que nacen en la provincia como por el crecimiento de las infraestructuras que dan cabida a los profesionales del campo. La I Semana de Investigación conjunta celebrada esta semana por los hospitales de Txagorritxu y Santiago ha servido como escaparate de los últimos avances conseguidos en investigación médica dentro de la red de Osakidetza, aunque ni mucho menos todo se circunscribe a este ámbito.

La Universidad del País Vasco y centros privados como Tecnalia, que trabajan en red con la Sanidad pública para materializar numerosos proyectos, completan un mapa territorial de muchos quilates que logrará un impulso todavía mayor en un futuro con la creación del Instituto alavés de Investigación Biosanitaria. Este centro, que todas las quinielas denominan ya Bioaraba, se levantará junto al remodelado Txagorritxu y permitirá avanzar en el objetivo número uno de la investigación, llevar a la cama del paciente en el tiempo más breve posible los avances desarrollados en el laboratorio: La traslacionalidad.

Mediante un trabajo en red que permitirá optimizar recursos, las instituciones que en él participen y los socios tecnológicos que plasmen las ideas en productos concretos también contarán con sus propias oficinas fuera del Hospital Universitario. Según Joaquín Durán-Cantolla, presidente de la Comisión de Investigación de Txagorritxu, a lo largo de 2011 podrá materializarse un plan director consensuado para el Instituto, el documento que fijará su dimensionamiento y los recursos humanos y materiales con los que será dotado.

Actualmente, entre Txagorritxu y Santiago, 131 profesionales se dedican a la investigación, 21 de ellas con dedicación exclusiva. El 9% de toda la investigación pública competitiva de la Sanidad vasca se realiza en los hospitales de Vitoria, aunque los objetivos de cara al futuro no pueden ser más ambiciosos. Gracias a la integración de estos equipos en el futuro Bioaraba, se pretende situar esa cifra en un 20%. No en vano, disponiendo de esa estructura permanente e incrementando la masa crítica, aumentará de forma proporcional la posibilidad de recibir subvenciones públicas y privadas para desarrollar nuevos proyectos.

De forma más concreta, Álava es a día de hoy líder de toda la CAV en investigación sobre apneas de sueño y trastornos relacionados, un campo explorado en Txagorritxu gracias a las inquietudes de Durán-Cantolla. "Los hospitales que no investigan se van a quedar obsoletos en un futuro", declaró el profesional este pasado lunes en una entrevista con este periódico.

La palma se la lleva en Santiago la especialidad psiquiátrica, donde la doctora Ana González-Pinto ha destacado por sus investigaciones en torno a la aparición de primeros episodios psicóticos. Esta profesional, que también dirige la Comisión de Investigación del centro, ha sido galardonada recientemente con el premio a la Investigadora de referencia de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, gracias a un estudio sobre la influencia del cannabis sobre la salud mental. A juicio de González-Pinto, "la investigación sirve para mejorar la salud de la población y el tejido económico y empresarial", una doble motivación que en su caso se plasma en la consecución de numerosos proyectos y publicaciones de proyección internacional.

Al margen de estos dos ámbitos concretos, Santiago y Txagorritxu ostentan el 66% de toda la investigación realizada dentro de Osakidetza en Psiquiatría, el 47% en Respiratorio y el 43% en Cardiología. Un liderazgo investigador que desde hace casi un año se reforzó en Txagorritxu con la apertura del primer Banco de Cerebros de la red pública vasca, referente en la investigación de muestras con sospecha de enfermedad priónica. Este nodo se completa con otros dos bancos, uno de ADN y otro de tumores, destinados a analizar respectivamente muestras de sangre y suero y tejidos tumorales de pacientes vivos. Hace un año también se inauguró en el centro de José Atxotegi un nuevo laboratorio de referencia para desarrollar proyectos de investigación genética y molecular.

Sin salir de Txagorritxu, resulta imprescindible detenerse también en la Unidad de Ensayos Clínicos que desde 1998 opera en la CAV de forma pionera y exclusiva gracias a un convenio suscrito por el propio hospital, la UPV y Tecnalia, el primer centro privado de investigación del Estado. La investigación de medicamentos genéricos y su ensayo en individuos sanos mediante bioequivalencias constituye una de las misiones de esta unidad, donde también se realizan estudios clínico-nutricionales para comprobar la eficacia y seguridad de alimentos funcionales y complementos alimenticios.

iniciativa privada Tecnalia, fiel socio tecnológico de Txagorritxu desde la apertura de este servicio, cuenta con unas instalaciones de la más alta cualificación en el parque tecnológico de Miñano, dentro de las cuales destaca el Área de Biociencias que dirige Eider Larrarte. Al margen del trabajo realizado en colaboración con Osakidetza, Tecnalia desarrolla en Miñano actividades orientadas a la investigación y el desarrollo en el área de la genética y la genómica funcional, mediante la utilización de nuevas tecnologías de alto rendimiento como los microarrays de DNA, la secuenciación génica mediante electroforesis capilar y el análisis proteico y celular.

Otro de los principales puntales de la investigación en Álava desde el ámbito privado lo representa Eduardo Anitua, referente científico por el descubrimiento del plasma rico en factores de crecimiento para la regeneración de tejidos. Pese a que en un principio la utilización de esta fórmula se ciñó exclusivamente a la cirugía oral y maxilofacial, progresivamente se ha extendido a distintas áreas médicas como la Dermatología, la Oftalmología, la Traumatología y la medicina deportiva, estos dos últimos campos en constante colaboración con Mikel Sánchez. "No puede ser que nos hayamos dedicado tantos años a fabricar lo que investigaban otros", declaró Anitua a este periódico el pasado febrero durante una entrevista.

De vuelta a la iniciativa pública, no puede olvidarse tampoco la apertura hace ahora un año del Centro de Investigación y Estudios Avanzados de la UPV, un impulso a la investigación en ciencias en un campus circunscrito principalmente a las Humanidades. En el centro trabajan grupos punteros en investigación de materias tan diversas como la obesidad, los medicamentos genéricos o la seguridad de los alimentos. Dentro del campo sanitario, sobresalen su Servicio Central de Análisis, una Resonancia Magnética Nuclear y el segundo Banco de ADN del territorio.