Algunos paquetes de tabaco avisan a los consumidores del riesgo que para la actividad sexual representa fumar. El mensaje de alerta no debe tomarse a broma, porque es real y está fundamentado en numerosos y solventes estudios científicos.

Los hombres son particularmente proclives a sufrir las consecuencias del tabaquismo en sus genitales. En las V Jornadas de actualización en tabaquismo que se celebran en Badajoz, el urólogo italiano Alessandro Natali expuso la estrecha relación que tiene la disfunción eréctil con la nicotina.

Los resultados clínicos proporcionaban al profesor de la Universidad de Florencia argumentos suficientes para defender su opinión, que encuentra un amplio consenso en la comunidad científica. Desde hace unos años las referencias a la relación entre la disfunción eréctil y el consumo del tabaco en los medios de comunicación son constantes y llamativas.

En su conferencia, el doctor Alessandro Natali hizo mención a diferentes investigaciones llevadas a cabo por investigadores de distintos países tanto en animales como en humanos. En un estudio estadístico realizado en Massachussets, EE.UU., en el año 1993, en una población cercana a 1.300 varones de entre 40 y 70 años de edad, fue demostrado que el tabaquismo duplica el riesgo de empeorar la función eréctil.

Los experimentos llevados a cabo han permitido determinar que uno de los efectos locales del tabaco es alterar la síntesis del oxido nítrico, principal sustancia para relajar el músculo del pene y favorecer la erección.