madrid. La cautela y la prudencia se ha hecho dueña entre los obispos españoles a la hora de valorar las referencias del Papa Ratzinger al uso del preservativo en determinados casos.

Así el cardenal Carlos Amigo, arzobispo emérito de Sevilla, no quiso ayer opinar sobre la posible utilización del preservativo hasta haber leído "con mucho detenimiento" el libro en el que el Papa Benedicto XVI expone sus ideas al respecto. "Leeremos el libro con mucho interés y detenimiento, porque si no, todo lo que digamos serán aproximaciones", precisó Amigo, quien aún no ha podido comparar el libro entrevista La luz del mundo. El Papa, la Iglesia y las señales del tiempo. Una conversación con el Santo Padre Benedicto XVI, del escritor Peter Seewald. Amigo es el único miembro de la Conferencia Episcopal que accedió a responder a las preguntas de los periodistas a la salida de la ceremonia de inauguración de la XCVI Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE).

Preguntado por el proyecto de ley que prepara el Gobierno sobre los cuidados paliativos y la "muerte digna", el cardenal afirmó que "es mejor que nos enseñen a vivir", aunque se mostró a favor de "que se evite el encarnizamiento terapéutico".

la oms aplaude al papa La directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, aplaudió ayer en Berlín la reciente justificación parcial que el papa Benedicto XVI ha hecho del uso del preservativo y la calificó de "buen comienzo". "Yo aplaudo esta posición. Se trata de la primera vez que el Vaticano respalda el uso de preservativos. Es una buena noticia para todos nosotros, un buen comienzo", afirmó Chan en la rueda de prensa de presentación del informe anual de su organización.

Por contra, el portavoz parlamentario de IU, Gaspar Llamazares, opinó que la justificación por parte del Papa Benedicto XVI es un paso "mínimo" e "insuficiente" dentro de la posición "irracional" de la Iglesia, cuyo dogma sobre esta cuestión ha provocado "miles de víctimas".

El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, también lo consideró un "paso insuficiente", "muy propio de una Iglesia que siempre va un poquitín por detrás de los acontecimientos".