Madrid. La justificación por parte de Benedicto XVI del uso del preservativo en "algunos casos" y sus afirmaciones de que los papas no son infalibles suponen un "giro clamoroso" en el Pontificado, según los observadores, aunque el Vaticano ha matizado que no se trata de un "cambio revolucionario".
"El razonamiento del Papa está claro que no puede ser definido como un cambio revolucionario", afirmó ayer el portavoz vaticano, Federico Lombardi, en una nota en la que explicó las declaraciones de Benedicto XVI sobre la lucha contra el sida y el uso de condones.
La "apertura" del Papa al uso del condón ha levantado un gran revuelo en todo el mundo y ha sido apreciada por la agencia de la ONU para la lucha contra el sida, que la considera un "paso adelante significativo y positivo". El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, contempla las afirmaciones del Papa sobre el uso del preservativo como "bienvenidas" y como reflejo de la comprensión hacia el sida, según comentó a un diario luso.
El rotativo Público adelantó ayer en su edición digital el comentario de Ban Ki-moon, que forma parte de una entrevista que publica hoy. "Todos sabemos que las posiciones del Papa y del Vaticano han sido muy tradicionales", afirma.
Ante el interés desatado por la afirmación, Lombardi dijo que no es "un cambio revolucionario", sino una "visión comprensiva y previsora" para llevar a una humanidad "culturalmente muy pobre hacia un ejercicio más humano y responsable de la sexualidad".
Según el jesuita, las palabras del Papa "no cambian las enseñanzas de la Iglesia, sino que las reafirman en la perspectiva del valor y de la dignidad de la sexualidad humana como expresión del amor y la responsablidad".
Lombardi precisó que el Papa no justifica moralmente el ejercicio "desordenado" de la sexualidad y que sólo considera el uso de profiláctico para disminuir el riesgo del contagio del sida como una situación extrema".
Subrayó que numerosos teólogos morales y eclesiásticos ya han mantenido posturas análogas, pero que "es verdad que nunca antes" se habían escuchado "con tanta claridad en la boca de un Papa".
Sobre este primer "sí" al condón, el director de L"Osservatore Romano, Giovanni María Vian, dijo a Corriere della Sera que la doctrina "en sí no cambia", pero que las palabras de Benedicto XVI son "el realismo de pastor".
"pequeño avance" La secretaria de Estado de Igualdad, Bibiana Aído, valoró como "un avance" las palabras de Benedicto XVI aunque apuntó que "es necesario dar más pasos para una reconciliación entre la sociedad, no sólo con los no creyentes, y la jerarquía eclesiástica".
Aído señaló, en una entrevista a la Cadena Ser, que "no hay que quitarle mérito" a sus palabras sobre un tema "en el que la Iglesia ha querido tener la razón siempre y durante todo el tiempo". Aún así, se mostró crítica con "la irresponsabilidad que es decir que el uso de preservativos no sirve para parar el contagio del VIH en África".
Asimismo, la Fundación Mujeres y la Federación de Mujeres Progresistas coincidieron ayer en calificar de "pequeño avance" las palabras del Papa, si bien pidieron a la Iglesia que sea "más contundente".
Tanto la presidenta de la Fundación Mujeres, Marisa Soleto, como la de la Federación de Mujeres Progresistas, Yolanda Besteiro, se refirieron así a las afirmaciones de Benedicto XVI. Soleto subrayó que, en cualquier caso, "todo lo que ayude a utilizar un instrumento que salva vidas bienvenido sea" y consideró que la vía por la que el Papa hizo estas manifestacones no es la habitual de la Iglesia. Criticó que el Pontífice haya limitado el uso del preservativo y haya puesto como ejemplo el de la prostitución.
Por su parte, Besteiro se preguntó qué entiende el Papa por "humanización de la sexualidad" y señaló que lo que parece claro es que Benedicto XVI no admite la libertad sexual de cada individuo.