santiago de compostela. El Papa advirtió ayer en la localidad coruñesa de Santiago de Compostela (Galicia) de que España vive un "anticlericalismo" que equiparó con el de la II República, y reclamó la "reevangelización" del país.

Benedicto XVI visitó ayer con motivo del Año Santo la capital gallega, donde protagonizó diversos actos en medio del fervor de miles de fieles, aunque no se cumplieron las expectativas que pronosticaban que la ciudad se vería abarrotada con la presencia de más de 200.000 personas.

El avión en el que viajaba el obispo de Roma aterrizó a las 11.24 horas en medio de una densa niebla en el aeropuerto de Lavacolla, donde fue recibido por los Príncipes de Asturias y por el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba (el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se encontraba realizando una visita sorpresa a las tropas españolas en Afganistán). También asistieron a recibir al Pontífice el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, y los ministros de Justicia, Francisco Caamaño, y Fomento, José Blanco.

Antes de llegar a Santiago, el Papa Benedicto XVI declaró a bordo del avión a los periodistas que le acompañan desde Roma que España necesita una "reevangelización", y denunció el vivaz enfrentamiento entre fe y modernidad existente en el país, además de abogar por un encuentro entre fe y laicidad.

El Papa advirtió de que en España, país que visita por segunda vez (ya estuvo en Valencia en julio de 2006), "ha nacido una laicidad, un anticlericalismo, un secularismo fuerte y agresivo como se vio en la década de los años treinta", y alertó de que "ese enfrentamiento, disputa entre fe y modernidad, ocurre también hoy de manera muy vivaz".

Tras este mensaje lanzado por el Papa, el Gobierno evitó polemizar, aunque se mostró sorprendido por su comparación entre la España actual y la de la II República. El Gobierno no deseó hacer comentarios sobre esas apreciaciones, insistió en su defensa la libertad de expresión y en mantener una total colaboración para que la visita de Benedicto XVI sea un éxito.

También reaccionó a las palabras del Papa el coordinador general de IU, Cayo Lara, quien respondió a Benedicto XVI que es la Iglesia la que conserva la mentalidad que tenía durante la dictadura franquista.

Ya en su primera alocución en tierra gallega y ante las autoridades que acudieron al aeropuerto a recibirle, Benedicto XVI afirmó que los peregrinos que a lo largo de los siglos han recorrido el Camino de Santiago "fueron creando una vía de cultura, de oración, de misericordia y conversión". Añadió que esa obra se ha plasmado en iglesias y hospitales, en albergues, puentes y monasterios, con lo que España y Europa fueron desarrollando "una fisonomía espiritual marcada de modo indeleble por el Evangelio".

Previamente, el príncipe de Asturias expresó su "enorme aprecio" por el compromiso del Papa Benedicto XVI con "la paz, la libertad y la dignidad del ser humano", especialmente en los tiempos "complejos y de crisis que vive el mundo".

En el aeropuerto, el "peregrino más ilustre", como le definió el presidente de la Xunta, mantuvo un breve encuentro con Rubalcaba, con quien habló sobre la preocupación, compartida por el Pontífice y el Gobierno de España, por los efectos de la crisis, en especial sobre los sectores sociales más desfavorecidos.

Tras los discursos y el saludo a las autoridades, Benedicto XVI comenzó a mediodía, a bordo del papamóvil, el recorrido de unos 11 kilómetros que separan el aeropuerto de Lavacolla de la catedral compostelana, en cuyo trayecto un millar de escolares le dieron la bienvenida.

A su llegada a la ciudad, el Papa salió de la catedral a la plaza de la Quintana y entró de nuevo en el templo por la Puerta Santa vestido de peregrino para orar ante la tumba del Apóstol y abrazar su imagen.

Siete mil personas esperaban en la plaza del Obradoiro cuando a las 16.40 horas, con más de 30 minutos de retraso, el Papa llegó al escenario montado para la misa que concelebró con otros 120 obispos, incluida toda la curia española. En su homilía, Joseph Ratzinger consideró una "tragedia" que en Europa exista la convicción de que Dios es el antagonista del hombre y el enemigo de su libertad, y denunció que se pretende arrinconarle al ámbito de lo privado, por lo que ha exhortado a Europa a salir a su encuentro "sin miedo".

despedida Una reducida comitiva presidida por los Príncipes de Asturias fue la encargada de despedir al Papa en el aeropuerto compostelano. El Pontífice abandonó Santiago media hora después de lo previsto y su avión, un Airbus A321 de Iberia, llegó al aeropuerto del Prat de Barcelona a las 21.07 horas.

El Pontífice oficiará hoy, a las 10.00 horas, una misa de consagración en la Sagrada Familia. Será el broche de oro de su segundo viaje a España. Al margen de la obra cumbre de Gaudí, el otro eje de su visita es la catedral y el Arzobispado, donde ha pernoctado la pasada la noche y desde donde dedicó su primer saludo a los barceloneses.