vitoria. Como un grifo mal cerrado, el goteo de víctimas de la violencia de género en Álava constituye un caudal de dolor que se antoja imposible de matizar. Casi a diario, las páginas de sucesos de los diarios locales reflejan la existencia de una cultura de la imposición machista que genera, por desgracia, nuevos números en los listados de mujeres maltratadas. En ellos se encuentra el último caso conocido en la urbe gasteiztarra y que llevó a la Guardia Urbana a actuar para detener a un varón de 44 años acusado de zarandear a su esposa y agredirla física y verbalmente. Curiosamente, la fémina prefirió no formalizar la correspondiente denuncia.

Según indicaron fuentes de la Policía Municipal, los hechos que motivaron la intervención de los agentes tuvo lugar en un establecimiento de la capital alavesa. El relato de los hechos avanza que estos sucedieron minutos antes de las ocho de la tarde del pasado martes. Entonces, una patrulla recibió un aviso desde la central de Aguirrelanda que alertaba sobre la existencia de un altercado en un local de la avenida de Santiago. Al llegar, los policías se encontraron con una pareja que estaba inmersa en una fuerte discusión.

Al interesarse por lo acontecido, los agentes fueron informados por la víctima, de 36 años, de que discutía con su marido por causas relacionadas con el local en el que se encontraban. Además, en el relato, la mujer especificó que su marido la había insultado y agredido con un puñetazo en la cara.

Aunque la presunta víctima se negó a denunciar a su pareja, los agentes decidieron arrestar al hombre al darse cuenta del estado de la lesión de la joven en su mejilla. Le acusaron de ser el autor de un presunto delito de agresión, por el que ya ha respondido ante el juez.

Más medios contra el maltrato Con sucesos como el relatado como argumento, el PP aprovechó la coyuntura para salir a la palestra mediática y solicitar al consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares, que se incrementen los cursos y agentes de la Ertzaintza dedicados a prevenir los casos de malos tratos, de forma que los policías tengan la "empatía suficiente" con las víctimas y conozcan todos los recursos a los que éstas pueden recurrir. En ese sentido, el parlamentario popular Carlos Urquijo presentó una proposición no de ley para su debate en Pleno con el objetivo de "mejorar la formación de los agentes que atienden a las víctimas de estas agresiones".

El objetivo del PP es que se aumenten y mejoren los cursos de prevención de la violencia machista dentro del Plan Anual de Actividades de la Academia de Policía del País Vasco para 2011 y que se incorporen nuevos agentes especializados en estas tareas, de forma que cubran todo el territorio de Euskadi.