Vitoria. Hoy se celebra el Día Mundial del Alzheimer, "la gran epidemia del siglo XXI" según los colectivos de apoyo a estos pacientes en los que habita el olvido. Alrededor de 5.000 alaveses padecen este trastorno neurodegenerativo sin cura y altamente discapacitante, que debido al envejecimiento de la población ha multiplicado su incidencia con el transcurrir de los años. En el ámbito estatal, los afectados alcanzan los 3,5 millones de personas, sumando a los enfermos y a sus familiares y cuidadores. La Confederación estatal de familiares de afectados de Alzheimer, Ceafa, aboga con motivo de esta señalada fecha por establecer un frente común que intensifique la lucha contra la enfermedad. Así ha quedado reflejado en el lema elegido para este año: Juntos Podemos.

Susana Cuesta, gerente de la Asociación alavesa de Familiares de personas con enfermedad de Alzheimer y otras Demencias (Afades), no duda en recoger este guante al ser cuestionada por la reivindicación actual de su colectivo. "Nuestro propósito es que todos los ámbitos de la sociedad se impliquen para erradicar la enfermedad, desde las administraciones públicas, pasando por las familias, los profesionales sociales y sanitarios, los investigadores y los medios de comunicación", enumera Cuesta.

Afades viene desarrollando desde el pasado miércoles 15 una serie de actividades mediante las que ha pretendido "sensibilizar a la población sobre la enfermedad y sus consecuencias sociosanitarias" e "iniciar una campaña de educación sanitaria". Ponencias sobre terapias creativas, cuidados especiales ante el deterioro o mesas informativas instaladas en Gasteiz, Laudio y Amurrio han intentado remar en esta dirección durante la última semana. El colofón a estas jornadas sobre la enfermedad tendrá lugar hoy con un acto conmemorativo del Día Mundial del Alzheimer que se celebrará en el pórtico de la Catedral Santa María (12.00 horas). Allí, será nombrado socio de honor de Afades el contratenor alavés Carlos Mena, aunque éste no será el único aliciente de la cita. La rapsoda Carmen Vicente, acompañada al violonchelo por Noelia Blázquez, amenizará el acto.

Un reciente documento elaborado por la asociación Ceafa da cuenta de los pasos que pretende dar a partir de ahora para mejorar la calidad de vida de los enfermos. En él, se detalla una exigencia al Gobierno central para que establezca "con la mayor brevedad posible" una Política de Estado de Alzheimer, tal y como ya han hecho otros países del entorno más próximo. Una necesidad derivada de "la dimensión, tanto de la enfermedad como de sus efectos o consecuencias" y que debe empujar a "poner encima de la mesa un planteamiento integrador de abordaje específico". En definitiva, que el Alzheimer sea considerado "una prioridad socio-sanitaria de primera magnitud en la esfera política nacional".

A juicio de Ceafa, esta política de Estado debería estar centrada tanto en las personas afectadas como en las familias cuidadoras, con el objetivo de definir un marco de apoyo "efectivo y adaptado a la situación que se necesita corregir". Además, todos los actores vinculados de forma directa o indirecta con la atención a los enfermos tendrían que estar implicados en esta política, de carácter "integrador" y de "dimensión socio-sanitaria".

avances Hace justo una semana, una buena noticia sorprendió a un buen número de afectados por Alzheimer y a sus familiares. En concreto, la directora general del Imserso aseguró que los enfermos en fase incipiente comenzarán a recibir el próximo 2011 las ayudas previstas en la Ley de Dependencia, de manera que podrán contar con nuevos servicios que mejoren su calidad de vida y retrasen la aparición de los síntomas más invalidantes de esta patología. Los afectados, por ejemplo, comenzarán a recibir terapias no farmacológicas como la estimulación cognitiva y conductual, apoyos que pueden retrasar los síntomas de la dolencia que producen mayor dependencia, retardar su desarrollo y mantener la autonomía personal del afectado, distanciando en la medida de lo posible su ingreso en un centro.

Sin embargo, no todo lo relacionado con la aplicación de esta ley ha supuesto avances para el colectivo. Tal y como denunció hace dos semanas Afades a través de este diario, las variables que determinan el grado de dependencia de los enfermos no atienden a sus situaciones familiares particulares, lo que impide a muchos pacientes moderados (de grado I) acceder a centros de día especializados.