londres. El Papa Benedicto XVI se reunió ayer en la Nunciatura de Londres con cinco víctimas británicas de curas pederastas, confirmó el Vaticano en un comunicado. "El Santo Padre se ha conmovido escuchando las historias de las víctimas y les ha expresado su profundo dolor y vergüenza por sus sufrimientos y los de sus familias", precisó el Vaticano.

Benedicto XVI rezó con las víctimas y les dio seguridades de que la Iglesia Católica "mientras continua poniendo en marcha" medidas eficaces para la protección de los jóvenes "está haciendo todo lo posible para verificar las acusaciones y para colaborar con la autoridad civil y para entregar a la justicia a los religiosos acusados de estos graves crímenes".

Las cincos víctimas eran británicas, tres de Londres, una de Escocia y otra de Yorkshire y según contó Bill Kilgallon, presidente de la comisión National Catholic Safeguarding Commission, el encuentro fue muy "emotivo".

La reunión duró entre 30 y 40 minutos, un espacio de tiempo muy significativo, según las víctimas.

El encuentro del Papa con las víctimas se produjo mientras miles de personas se manifestaban por el centro de Londres contra la presencia del Pontífice, entre ellas víctimas de abusos sexuales de sacerdotes.

El activista de derechos humanos Peter Tatchell, que se ha destacado siempre en la defensa de los derechos de los homosexuales, criticó la homilía que pronunció Benedicto XVI en la catedral católica de Westminster y en la que expresó su "profundo dolor" por las víctimas de abusos sexuales y reconoció "la vergüenza y humillación" que sufre por esos pecados, que calificó de "crímenes atroces". Posteriormente el Papa se dirigió a Hyde Park donde denunció que el precio que tienen que pagar los cristianos por la fidelidad al Evangelio "no es ya ser ahorcados o descuartizados sino ser excluidos y ridiculizados por una sociedad en la que el relativismo moral e intelectual amenaza con minar sus pilares".

Benedicto XVI hizo esas manifestaciones ante unas 80.000 personas en la vigilia de plegarias con motivo de la beatificación que realizará hoy en Birmingham del cardenal John Henry Newman (1801-1890), un anglicano que se convirtió al catolicismo y está considerado como uno de los "padres espirituales" del Concilio Vaticano II de 1962.