Prácticamente no hay ningún aspecto que sea común a todas las sociedades humanas; es posible que haya algo que esté muy extendido, pero siempre suele haber algún ejemplo en el que no se cumple. La excepción es cocinar. No hay ninguna sociedad humana, por primitiva que sea, que no cocine. Para encender fuego, el kit esencial de todas las sociedades primitivas desde la Patagonia hasta el Ártico es pirita y sílex. Al golpear la pirita con el sílex salen muchas chispas. Esas chispas aplicadas a yesca seca producen fuego. Es interesante observar que los "Homo habilis" vivían en un área excepcionalmente rica en piritas. Pudieron hacer fuego muchas veces casi sin proponérselo.