Toledo/madrid. Un hombre de 41 años, Jesús Ángel I.R., murió ayer tras recibir una grave cornada de un novillo durante un encierro de la localidad de Villaseca de la Sagra (Toledo), uno de los más importantes de esta zona, hasta el punto de que se la conoce como la Pamplona toledana.
Según aseguró el alcalde de la localidad, Jesús Hijosa, se trata de un vecino del municipio cercano de Mocejón, que recibió una cornada "mortal de necesidad" que le atravesó el pulmón, le perforó también una de las arterias y le provocó una hemorragia. El fallecido, de profesión albañil, casado y con dos hijos, murió antes de que la UVI móvil llegara al hospital.
Según el alcalde de Mocejón, Plácido Martín, el malogrado corredor era una persona "bastante corpulenta", lo que le habría impedido refugiarse en los tubos del vallado vertical del encierro, que acababa de comenzar por la calle Ancha de la localidad.
recuento Éste fallecimiento eleva a tres el número de muertos en festejos taurinos en lo que va de año en España, dos de ellos tras ser corneados en encierros y uno en un festejo de toro embolado. El pasado día 3 de julio murió un joven, de 19 años, en Fuentesaúco (Zamora), al ser corneado por uno de los astados del encierro nocturno. Además, el 1 de agosto falleció un hombre de 46 años en un festejo de toro embolado en Godella (Valencia), tras sufrir heridas graves en el cuello con el anclaje de las bolas de fuego del toro.
Desde el año 2000 al menos 36 personas murieron al ser corneadas en encierros en España. Por número de fallecidos destaca el año 2009 con diez muertos.