vitoria. Euskadi guarda un gran tesoro como es la naturaleza que la caracteriza, compuesta por parques naturales, biotopos y humedales importantes que forman parte del patrimonio vasco. Proteger y cuidar esta riqueza conlleva un gran trabajo. Para conseguirlo, la CAV se encuentra dentro de la Red Natura 2.000. Esta red ecológica tiene como finalidad asegurar el mantenimiento o el restablecimiento en un estado de conservación favorable de diversos tipos de hábitats naturales, así como de determinadas especies animales o vegetales de interés.

Particularmente, los espacios de interés natural se dividen en zonas de protección (ZEPAS) y lugares de importancia comunitaria (LIC).

Respecto a las ZEPAS, el 70% corresponde a Álava. De tal manera que entre las zonas con mayor superficie -16.397 hectáreas- están las Sierras Meridionales. En este espacio actualmente sólo hay una pareja de águila azor perdicera, una de las especies más amenazadas dentro del País Vasco. Seguidamente, otro de los motivos que constituyen esta zona es la presencia regular del quebrantahuesos, además del aceptable estado de conservación en el que se mantienen muchos de sus hábitats con la abundancia de roquetos, los ambientes rupícolas y la riqueza faunística que la convierten en un lugar propicio para las aves. El otro espacio protegido alavés de mayor envergadura es Izki, con 9.005 hectáreas. La buena conservación de los diversos hábitats que tiene convierten a esta zona montañosa en un área faunística de elevado interés, donde resaltan sus poblaciones de anfibios, avifauna forestal, murciélagos y mamíferos carnívoros. Por último, la Sierra de Arcena, con 6.672 hectáreas, se basa en grandes criterios ornitológicos debido al importante número de poblaciones de aves rupícolas que ostenta, como el halcón peregrino, el alimoche, el águila real y el búho real, además de forestales como el águila culebrera, el halcón abejero y el milano real. Su tapiz vegetal diverso proporciona el sustento necesario para la supervivencia de estos animales.

Por otra parte, en todo el País Vasco hay un total de 52 lugares de interés comunitario (LICS), de los que 21 se sitúan en el territorio alavés. Uno de los más representativos, aunque está en contacto con Bizkaia, es Gorbeia. Este enclave magnífico está decorado con una gran superficie frondosa de hayedos y robledales de gran altura. No obstante, sus rincones más especiales son los cursos fluviales y enclaves húmedos, masas forestales y roquedos que presentan un relativo buen estado de conservación. En sus aguas nadan anfibios como el tritón alpino, la rana ágil y la patilarga, mientras que surcando el cielo se encuentran el buitre leonado, el alimoche, la chova piquigualda y piquirroja, el roquero rojo, el azor, el gavilán, el halcón abejero, el alcotán y el verderón serrano.

Sin embargo, para poder disfrutar de las maravillas naturales que nos rodean y conocer de primera mano las especies más raras, no resulta necesario moverse de la propia capital alavesa. El sistema lagunar de Salburua, desde la recuperación llevada a cabo por el Ayuntamiento, cuenta con un notable incremento de sus valores naturalísticos. Este hecho se percibe en la riqueza y diversidad de las comunidades asentadas de anfibios, aves nidificantes e invernantes y mamíferos. A su vez, es el único lugar de nidificación conocido en el País Vasco para especies como la cigüeñuela y el porrón moñudo. Asimismo, es la segunda zona húmeda de Álava gracias a sus lagunas.

Los Montes Altos de Vitoria también forman parte de esta singular lista.

El espacio guarda buenas representaciones de áreas forestales continuas y en estado de conservación aceptable. Los bosques caducifolios albergan una interesante comunidad de vertebrados forestales, especialmente aves rapaces como el azor o el halcón abejero, al igual que carnívoros; los más singulares, el gato montés, el tejón y el turón.

Parques Naturales El entramado natural de Euskadi también está formado por sus parques naturales, que constituyen el 8% del espacio de la Comunidad, un total de 723.480 hectáreas. Actualmente, están declarados siete parques naturales, de los cuales cuatro pertenecen a Álava. La rareza de su flora, fauna y formaciones geomorfológicas los convierten en zonas de conservación y recuperación de valores ecológicos, estéticos y educativos. Entre los más importantes del territorio alavés se encuentra el parque natural de Valderejo. En él, el 58% del total de la superficie vegetal lo componen los bosques, siendo el pino silvestre el ejemplar más común. En un principio, hasta su declaración en 1992, carecía de uso recreativo. Sin embargo, posee áreas de gran singularidad y valor natural y cultural como el desfiladero del río Purón, representado por la colonia del buitre leonado o por sus núcleos rurales, así como la presencia de importantes contenidos paisajísticos con usos agropecuarios y tradicionales que dan vida a este patrimonio cultural.

Por otro lado, el parque natural de Urkiola se ubica en el centro de la CAV. Su gran envergadura, de 5.958 hectáreas, está compartida por Álava y Bizkaia. La posición geográfica y la fisiografía de estas montañas configuran un paisaje abrupto dominado por el roquedo y los pastos de altura, donde los pinares, los encinares y los hayedos trasmochos aparecen en las laderas de menor altitud. Las cumbres de Urkiola han fomentado una gran afición al montañismo y senderismo entre los numerosos amantes de la naturaleza. Anboto, su cumbre más alta, es la más visitada, quedando para los más audaces la visita a la cueva de Mari, en su pared norte.

El territorio alavés conforma, por tanto, un muestrario de rincones de gran valor protegidos para impedir la explotación u ocupación humana. Un tesoro que es patrimonio natural y cultural, a la vez que hogar de muchas especies.