MADRID. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, descartó ayer que la reforma de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa se vaya a aprobar este trimestre y recalcó que el Gobierno está "concentrado en los presupuestos y leyes económicas".
Durante su visita oficial a Shangai (China), el presidente del Ejecutivo consideró "lógico" que el Gobierno no tramite ninguna ley que no tenga que ver con la economía hasta que no estén aprobados los Presupuestos Generales del Estado y otras leyes de carácter económico. "Tenemos, más que nunca, un trimestre de iniciativas económicas para combatir la crisis y acelerar el cambio de modelo productivo", añadió.
Otro de los motivos que han podido llevar a paralizar la normativa es que en caso de que se inicie la tramitación, la mayor parte del Ejecutivo tampoco ve factible que ésta pueda salir aprobada del Parlamento. La derecha votaría en contra y la izquierda presionaría para cambiar un texto que considera insuficiente, a tenor del último borrador, bastante menos laicista que los anteriores.
Pero, quizá el verdadero problema radica en que el Gobierno no quiere que el debate sobre la religión origine una nueva polémica justo cuando se inicia un ciclo electoral. No obstante, en el último momento Zapatero podría optar por reactivar la tramitación de la normativa como un gesto que, al final de la legislatura, pudiera movilizar el voto de izquierdas ante los recortes sociales llevados a cabo durante la legislatura.
reacciones Ante la decisión de paralizar la ley, la asociación Europa Laica se mostró ayer descontenta al mantener el Gobierno "el actual marco de privilegios de la Iglesia Católica". A pesar de que aseguró que el Gobierno sólo pretendía abordar "la supresión de los símbolos religiosos en los edificios de titularidad pública", una medida que juicio de esta asociación estatal es "insuficiente".