vitoria. Las campañas de sensibilización, la exigencia de las normas y sus sanciones y las actuaciones en las carreteras han logrado reducir los accidentes en la red viaria alavesa, pero no han sido suficientes para que se hayan podido disminuir por debajo de la decena las muertes en el territorio.

Una cifra que, aunque mejora las estadísticas de años atrás, deja un regusto agridulce por cada una de las pérdidas. Y aunque, según demuestra el estudio foral de accidentalidad elaborado por el Departamento de Obras Públicas y Transportes, el estado de la vía es el factor menos concurrente en los siniestros registrados en la provincia, hay determinados lugares en los que estos incidentes suceden con más frecuencia. Son los llamados Tramos de Concentración de Accidentes (TCA) y corresponden a aquellos intervalos de un kilómetro en los que tanto el número de accidentes con víctimas como el índice de peligrosidad medio es superior al promedio de los espacios con características similares.

El informe detalla que en la provincia existían 38 de estos llamados puntos negros en el periodo de estudio comprendido entre 2004-08, pero que se han conseguido eliminar ocho con diversas actuaciones y correcciones. Así las cosas, Álava suma en la actualidad 30 TCA, con especial incidencia en la cuadrilla de Ayala, con nueve hitos.

hacia abajo Sin embargo, un tercio de ellos podría desaparecer en breve puesto que ya se han realizado actuaciones sobre ellos y, en los casos en los que se ha podido observar una evolución, se ha comprobado que la accidentalidad ha disminuido. Eso sí, esto no implica que los siniestros en estos tramos puedan continuar siendo superior a la media teniendo en cuenta, claro está, que en la mayoría de los casos la causa depende directamente de la conducta o estado del conductor. Además, de los puntos negros restantes, en once ya existe una propuesta de actuación de mejora del tramo mientras que en el 30% restante, nueve trayectos, es necesario realizar un estudio específico del tramo en cuestión.

Por otro lado, la mayoría de estos TCA son ya viejos conocidos de los técnicos y especialistas forales. Y es que tan solo un 13,3% de ellos se identificaron a lo largo del último ejercicio del estudio. Por otro lado, el resto se reparte entre el 46,7% ya señalado en ejercicios anteriores y el 40% que se había estudiado, pero no figura de manera constante durante todos los años.