El Gobierno francés respondió ayer a las críticas de un Comité de la ONU a su política de expulsiones de gitanos asegurando que esa política respeta "escrupulosamente" la ley. Los gitanos rumanos o búlgaros son ciudadanos de la UE y disfrutan, como los demás, de la libertad de circulación en los Estados miembros pero no gozan de "un derecho incondicional de estancia", precisó.