Un joven rumano de 23 años ha resultado herido esta madrugada al saltarde un balcón a otro en un hotel de la Playa de Palma.
El herido, que se encontraba ebrio, se golpeó contra una vitrina al pasar del balcón de su habitación al deun dormitorio contiguo. El joven fue trasladado en una ambulancia hasta el hospital Son Dureta, donde fue atendido en urgencias sin necesidad de quedar ingresado
La consellera balear de Interior, Pilar Costa, explicó la semana pasada que en lo que va de año nueve personas han muerto precipitadas desde edificios en las islas, pero precisó que en esta cifra se contabilizaban todo tipo de inmuebles, e incluso podría incluir algún suicidio.
Este tipo de accidentes se vienen registrando habitualmente todos los veranos desde hace unos años, especialmente en Mallorca, Ibiza y en las zonas de residencia de los turistas europeos más jóvenes.
El presidente de la Federación Hotelera de Ibiza, Juan José Riera, al igual que la gerente de la Federación Hotelera de Mallorca, Inmaculada de Benito, advierten de que casos de jóvenes que saltan balcones los ha habido siempre y considera que no es que ahora haya más, sino que ahora se le da más publicidad al grabarlo en vídeo y emitirlo.
Tanto los hoteleros ibicencos como los mallorquines han tratado el asunto con los principales touroperadores y han tomado medidas preventivas para dificultar que se suban a los balcones.
La principal actuación que ha llevado a cabo el sector ha sido aumentar la altura de las barandillas, incluso por encima de los 1,05 centímetros exigidos, llegando al 1,10 o 1,20 u optando por balcones casi cerrados.
Pero el problema persiste y "es una cuestión de gente joven", sobre todo varones, que se sienten como "héroes" y en realidad "son kamikazes", explica Riera, a lo que De Benito añade que, aún así, hay que tener en cuenta que los casos no son tantos si se miran en proporción a la cifra de turistas que llegan a las islas.
De Benito explica que lo más habitual es que estos accidentes se produzcan al tratar de pasar al balcón del apartamento vecino, ocupado por otros amigos, novias o conocidos estando generalmente bajo los efectos de las drogas o el alcohol.