BUCAREST. Según informó el viceministro de Salud, Raed Arafat, la explosión, que causó un incendio en la citada sala, se produjo anoche y, según las primeras investigaciones, debido al parecer a un fallo técnico en el sistema de aire acondicionado del hospital.

El siniestro, en el que también resultaron heridas dos mujeres embarazadas, tuvo lugar en la estatal Clínica para Mujeres Giulesti, una de las de más prestigio de la capital rumana, que ha sido modernizada recientemente.

"Es muy triste. Tres bebés en el departamento de cuidados intensivos en la sala de maternidad de Giulesti han muerto", dijo Arafat a la televisión privada Antena 3.

Los recién nacidos heridos fueron trasladados a otro hospital, especializado en casos de urgencia, donde se encuentran en estado "extremadamente crítico", según informó el jefe del centro hospitalario para niños de Bucarest, Dan George Enescu.

El experto se mostró muy pesimista tras recordar que los bebés, nacidos prematuramente, "apenas tienen cinco días" y han sufrido quemaduras "que cubren entre el 70 y el 80 por ciento de sus cuerpos", lo cual es "demasiado para ellos".