Vitoria. Después de los conciertos, el parque infantil ha congregado la misma cifra de público que el mismísimo Celedón, con 80.000 personas dispuestas a disfrutar de los hinchables ubicados en el jardín de El Prado.
Este éxito de afluencia fue tildado ayer de "inusitado" por el alcalde de la capital alavesa, ya que el Consistorio vitoriano no sabía con exactitud cuál era el espacio más acertado para concentrar las actividades para los más pequeños. "Queríamos el espacio adecuado para que el parque infantil no quedara demasiado lejos, para que a los padres no diera la sensación de que estaban demasiado a desmano del recinto festivo", explicó ayer Patxi Lazcoz.
De esta forma, los festejos de esta edición consolidan El Prado como el territorio para los reyes de la casa, que este año -según el máximo responsable del ejecutivo municipal- ha salido reforzado con "numerosas actividades". Aunque el gargantúa y los hinchables fueron sus lugares preferidos, en el espacio aventura también hubo lugar para los títeres y para la práctica de juegos como la panadería o incluso de un arenal, como era la playa Wimbi, donde se podía ver más de un cubo y pala para hacer castillos en la arena.
La bailarina Otro de los actos que para Lazcoz ha funcionado "muy bien" ha sido el zoco árabe, ya que asegura que en este mercadillo también se han podido ver a personas de Vitoria curioseando entre los puestos ubicados en Juan de Ayala. Allí además de productos típicos, también hubo tiempo para la percusión de la mano del grupo Al Folk y, sobre todo, para la danza ya que el movimiento de caderas de la bailarina Gisela despertó la admiración de los presentes, incluido el alcalde de la ciudad. "Ha sido la que más éxito ha tenido. Era imposible apartar los ojos de esta bailarina".