Washington. El equipo de BP en el Golfo de México reanudó ayer la excavación de los 30 metros que faltan para completar un conducto auxiliar que planean conectar esta semana con el pozo averiado de la compañía, y rematar así el sellado del depósito que produjo el vertido.
Tras comprobar, durante el fin de semana, la solidez del tapón de cemento con el que la semana pasada cubrieron la boca del manantial, los ingenieros de BP se centran ahora en el objetivo de clausurar la parte inferior del pozo Macondo y asegurarse de que no se produzcan nuevas fugas en el depósito.
Esa operación se llevará a cabo a través de un conducto auxiliar, que se conectará con la base del pozo para administrarle una nueva inyección de cemento y lodo pesado, y cuyo trazado entró hoy en su fase final, según anunció Thad Allen, encargado de coordinar la respuesta del Gobierno estadounidense al vertido. "Estamos a menos de 30 metros de distancia de la intersección con el espacio anular (del pozo). Esperamos que hacia el final de esta semana podremos llegar hasta allí y comenzar la inyección", dijo.
Además, la empresa petrolera anunció ayer que hizo un depósito inicial de 3.000 millones de dólares en su fondo de compensación de 20.000 millones para los afectados del vertido, y que ha creado un fideicomiso supervisado por Citigroup y dos miembros independientes para gestionarlo.