Moscú. Moscú apenas respira por sus altas temperaturas y el humo. Tras semanas de fuego, los ciudadanos son invitados por las autoridades a utilizar mascarillas, no salir a la calle y no abrir las ventanas. "El nivel de contaminación es muy alto", pues la concentración de sustancias nocivas en la atmósfera supera en más de seis veces los niveles máximos, informó el Departamento de Sanidad de Moscú.Después de más de un mes sin lluvias, su población reza por que caiga agua y espera no tener que registrar más muertes a causa del calor.

Algunas fuentes afirmaron que las autoridades médicas ordenaron en secreto enviar a sus casas a muchos pacientes de centros oncológicos (y no aceptaron a nuevos), pues la mayoría carecen de aire acondicionado y han tenido que interrumpir los tratamientos de quimioterapia.

El presidente ruso, Dmitri Medvédev, que hace dos días interrumpió su descanso en el mar Negro para regresar a Moscú, visitó el viernes un centro de urgencias de la capital. Los médicos le dijeron que reciben un 10%más de solicitudes de ambulancia.

La ministra de Sanidad, Tatiana Gólikova, precisó que las personas más afectadas por el calor y la contaminación son las que padecen enfermedades cardiovasculares y problemas de hipertensión.

Medios digitales, que citan diversas fuentes, afirman que las morgues de Moscú reciben el doble de cadáveres frente a la media habitual, y que en los crematorios hay que hacer cola e inscribirse en listas de espera para ser atendidos.

En un llamativo gesto de solidaridad, el Kremlin informó de que Medvédev transfirió ayer 350.000 rublos (8.900 euros) a la cuenta abierta para los damnificados, y espera que otros funcionarios sigan su ejemplo y decidan hacer un acto similar.

Mientras, la visibilidad en las calles de la capital rusa sigue siendo de apenas varios centenares de metros a causa del humo procedente de los incendios de turba. El humo también está obligando a desviar y retrasar a decenas de vuelos debido a la falta de perceptibilidad, lo que provoca que cientos de pasajeros se tengan que quedar.

El número de incendios forestales en el país aumentó otra vez. De esta forma la prudente disminución del viernes, de 588 a 558, se truncó. Ayer se registraron más de 577 casos, según el ministerio de Emergencia, encargado de combatir el fuego con ayuda del Ejército.

El parte ministerial no precisó el último número de víctimas mortales de los incendios. El viernes ascendió a 52 el número de muertos por el fuego. En contra de la tendencia mundial, no son bomberos, sino los habitantes de pueblos atrapados por el fuego que no fueron evacuados los que representan gran parte de los decesos.

El sábado se declararon 290 nuevos incendios, afortunadamente, 244 pudieron ser sofocados.

El ministerio de Emergencia indicó que del total de fuegos activos, 101 son de gran envergadura y abarcan una superficie de más de 165.000 hectáreas, 32 son incendios en yacimientos de turba, 26 de ellos en la región de Moscú, perjudicando también a la capital.