cuando Lorca escribió su poema Muerte de Antoñito el Camborio, puso a la familia protagonista el apellido Heredia sin saber que se trataba de un apellido de origen alavés. Lo habitual es que cuando la gente lo escucha lo relaciona con los gitanos. No en vano, este apellido es común entre ellos. Tal cosa se debe a que por la época de los Reyes Católicos, los gitanos que habitaban en sus reinos fueron obligados a cambiar sus nombres naturales por otros "cristianos". Así fue que muchos, en Euskal Herria, tomaron los nombres de los lugares en los que vivían, muchas veces nuevos, de ahí Berrio, Etxeberria o Gabarri, o de los señores a los que servían. Y los Heredia eran señores muy importantes en Álava y en el Reino de Aragón.

Sin embargo, a los habitantes de la localidad de ese nombre, en la Llanada, municipio de Barrundia, no se les relaciona con los gitanos, sino con los judíos, pues ese es el mote que llevan sus naturales. Hay quienes aseguran que cuando los Reyes Católicos decretaron la expulsión de los judíos de sus reinos -allá por 1492- los señores de Heredia dieron cobijo a los habitantes de la pequeña aljama de Salvatierra, situada entre la iglesia de San Juan y la muralla, en una calle que todavía hoy se llama Urdai gutxi (poco tocino), en alusión a las peculiaridades alimentarias de sus antiguos habitantes. Sea como fuere, lo de judíos es un sobrenombre que los de Heredia llevan hoy en día con orgullo.

Es un curioso nombre, pues ha conservado su grafía, pero no su sonido. En el euskara antiguo la letra h no era muda, sino que se aspiraba, como todavía se conserva en el euskara suletino. Sonaba algo así como Geredia, tal como se ha conservado en otras zonas del país. En el famoso documento del Ferro de Álava -también conocido como Reja de San Millán, datado en 1025- aparece Deredia como el tributo que los pueblos de la primitiva Álava daban al monasterio navarro-riojano de San Millán de la Cogolla, en forma de rejas de arado de hierro.

El pueblo de Heredia se halla situado en un importante cruce de caminos, lo que condicionará y dará carácter a toda su historia. Un Heredia, Juan Martínez de Heredia y Sabando, nacido en su torre al pie del Camino de Postas, fue teniente del Correo Mayor del rey de España. Fundó en 1595 la capilla de San Diego o de Santiago en la parroquia de Heredia, donde mandó hacer unos relieves de la huida a Egipto. La iglesia de San Cristóbal -que estuvo bajo el patronazgo de los Gebara- es de estilo gótico, su construcción se inició a finales del siglo XV. Presenta interesantes pinturas murales, como el retablo barroco, del siglo XVII.

Ilustre linaje Los Heredia fueron señores muy influyentes en la Edad Media, no sólo en Álava, sino también en Navarra y Aragón. Poco queda de su importante torre, que se conserva en lo alto del pueblo, muy modificada -hoy enmascarada por una casa de labranza- pero identificable como casa fuerte. El linaje que la ocupó fue de los más importantes del norte peninsular. La primitiva torre fue construida a mediados del siglo XIII. Derribada en 1443, en el contexto de la guerra de bandos, por el oñacino Juan de Velasco, a la sazón conde de Haro, para ser luego reconstruida.

Una rama de este linaje pasó a Aragón el siglo XIII, a raíz de la ayuda prestada por Juan González de Heredia al rey Jaime I en la conquista de Valencia. Sus descendientes fueron señores de Zurita y uno de ellos, Blasco Fernández de Heredia, fue justicia mayor de Aragón en el siglo XIV y otro, García Fernández de Heredia, fue arzobispo de Zaragoza. Poseyeron un palacio en Graus (Huesca) y un castillo en Mora de Rubielos (Teruel). Históricamente los Heredia, como muchos otros señores de la Llanada adscritos a la parcialidad gamboína, fueron más proclives a la unión con Navarra antes que con Castilla. Su escudo, tanto en Álava como en Aragón, está formado por cinco castillos de plata sobre fondo rojo.

La construcción es hoy en día propiedad de la familia Balza de Vallejo, quien la adquirió el año 1904. La actual data de principios del siglo XIX, realizada sobre la edificada en el siglo XV. A mediados de los años setenta del siglo pasado sufrió un incendio, que destruyó toda su estructura interior de madera. Nuevamente reconstruida ha llegado a nuestros días.

En los alrededores de Heredia hubo en el pasado varias aldeas hoy desaparecidas, cuyas parroquias subsistieron como ermitas durante algún tiempo. Estas fueron Udala, en un alto perteneciente a Salvatierra, Kirku, cuya iglesia de San Martín se arruinó en 1920, y Andosketa, cuya parroquia de Santiago, desapareció a principios del siglo XX. Heredia tiene 75 habitantes y sigue siendo un pueblo mayormente agrícola.