A pesar de estar disfrutando de sus fiestas, el pueblo vitoriano sigue demostrando, día a día, su solidaridad con los más necesitados. Muestra de ello es lo vivido ayer en la Plaza de la Provincia. El objetivo de la misma era recaudar fondos para la construcción de un matadero en el Sáhara.
El acto contó con el apoyo de varias asociaciones, que en vista de este proyecto quisieron aportar su granito de arena. Uno de los principales colaboradores fue el matadero Erralde de Durango, que puso a disposición de los vitorianos nada más y nada menos que 32 corderos, lanzando así un guiño a los saharauis y a uno de los principales manjares que se puede disfrutar en la zona, donde esta carne forma parte de la dieta básica.
Hace varios meses, una ONG saharaui se puso en contacto con la asociación de mataderos vascos, solicitaban ayuda técnica e ideológica para la construcción de un centro en el desierto. Desde el primer momento, la agrupación respondió positivamente a la llamada de ayuda, pero algunos mataderos, como es el caso de Erralde, quisieron dar un paso al frente y ofrecer una ayuda más directa. Tras varios días de reflexión, barajando multitud de posibilidades, finalmente se decidieron por realizar una degustación. Pronto se unieron otro tipo de agrupaciones dispuestas a colaborar en lo que fuese.
Este fue el caso de las bodegas Viña Laguardia de Elvillar, quienes conocedores del proyecto, quisieron unirse a él de inmediato. Por este motivo, ayer estuvieron presentes y regaron con sus gustosos vinos los pintxos de cordero. El precio del pack era asequible para todos, únicamente dos euros. Los beneficios, por supuesto, fueron dirigidos en exclusiva para la construcción del matadero y la ayuda humanitaria. Asimismo, los representantes del Sáhara instalaron unas huchas para que quien lo quisiera pudiera depositar su donativo.
No suele ser así, pero en este caso, el acto tenía un objetivo aún mayor que el de la recaudación económica. "El dinero es necesario para la construcción del matadero", reconoció el portavoz de Erralde, Eneko Egibar, pero a pesar de ello, para la organización lo fundamental era "sensibilizar a la población", según apuntó.
Otra de las asociaciones que decidió participar en el acto fue Veterinarios sin fronteras, una ONG existente desde 1987 que trabaja para promover, desde la cooperación, un modelo de desarrollo rural justo en favor de la soberanía alimentaria. Según su representante, Eneko Viñuelo, este acto es una buena oportunidad "para darnos a conocer" y reivindicar así "la libertad de los campesinos a la hora de trabajar sus propias tierras", algo que por el momento no se cumple en territorio saharaui donde estos son "acosados" permanentemente.
Tras el éxito de este año, los organizadores no descartan realizar algo parecido en años venideros, aunque esperan eso sí que sea para la financiación de otro proyecto, esto querría decir que el objetivo del nuevo matadero se ha desarrollado con éxito.