MOSCÚ. Las autoridades de Rusia admitieron ayer que los incendios forestales, que han causado 28 muertos y calcinado casi medio millón de kilómetros cuadrados (el equivalente a la superficie de España), son graves, pero están bajo control gracias a los casi 250.000 hombres que luchan contra el fuego.

Según el ministerio ruso para Situaciones de Emergencia, creado especialmente para hacer frente a los desastres naturales y tecnológicos, un total de 238.000 personas, 25.000 vehículos de diverso tipo y 16 aviones participan en las labores de extinción de los incendios forestales y de protección de aldeas y ciudades.

El primer ministro ruso, Vladímir Putin, hizo ayer llamamiento a las autoridades federales y regionales a dejar de lado la búsqueda de culpables por fallos de prevención y a centrarse en la reconstrucción de las viviendas arrasadas por los incendios.

Putin indicó que en todo el país se han quemado 1.257 viviendas en las que habitaban 1.273 familias y recalcó que cada una de esas familias recibirá una casa o una compensación. Según datos del ministerio de Emergencia, ayer estallaron 787 nuevos incendios, de diversa magnitud, de los cuales 387 fueron sofocados. En todo el país están activos 61 incendios de gran magnitud, que afectan una superficie de más de 65.000 hectáreas.

Desde el comienzo del verano, marcado este año por la mayor ola de calor en Rusia en más de un siglo de observaciones meteorológicas, en el país se han registrado más de 23.000 focos de incendios naturales, un 17% más que en 2009, arrasando casi medio millón de hectáreas.

La gravedad de la sequía y los incendios forestales han obligado a las autoridades a declarar el estado de emergencia en 27 de las 83 entidades que conforman la Federación Rusa.