Vitoria. Cuando la suerte de la central nuclear de Santa María de Garoña parecía echada tras el anuncio de su cierre definitivo en 2013, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, la misma persona que hace un año anunció la clausura, ha hecho saltar todas las alarmas al recoger el guante lanzado por el PP sobre esta infraestructura y reabrir el debate sobre el futuro de la planta. Tal y como publicó este fin de semana DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, el propio Mariano Rajoy ha supeditado un posible pacto de Estado sobre energía a la ampliación de la vida de la central burgalesa.

El cambio de rumbo de Sebastián se hizo patente ayer cuando declaró que "no se han marcado líneas rojas" en la negociación con los populares, si bien aseguró que el PP aún no le ha comunicado oficialmente su deseo de mantener más años abierta la central nuclear. "No nos hemos sentado a hablar, así que creo que es prematuro comentar el contenido de la negociación", valoró el ministro, quien avanzó que esta semana se reunirá con el coordinador de asuntos económicos del PP, Cristobal Montoro, para empezar a hablar del mix energético y sentar las bases de un acuerdo de Estado que mire "al futuro y no al pasado".

En referencia a este pacto, la presidenta del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Carmen Martínez Ten, manifestó que "sería bueno que las principales fuerzas políticas se pongan de acuerdo". La portavoz, que con su comentario vino a respaldar la postura de Sebastián, destacó que lo deseable sería un pacto para varios años que aporte estabilidad al sector energético. En cuanto al futuro de Garoña, explicó que si cambia la decisión sobre el cierre el CSN tendrá que reanalizar las instrucciones técnicas de la planta ya que las actuales corresponden a un escenario de sólo cuatro años.