vitoria. Tras los constantes robos acaecidos en los barrios de Mariturri y Salburua, los cacos se han trasladado a Lakua-Arriaga. Allí, los vecinos de este barrio llevan sufriendo desde hace dos años un ambiente conflictivo donde critican que las drogas y el alcohol campen a sus anchas. Según la versión de los residentes consultados por este diario, existen grupos de jóvenes que atormentan al vecindario con sus hábitos. Sin embargo, eso ya parece lo de menos. Los problemas serios aparecieron hace unos meses con el comienzo de una oleada de robos en garajes y camarotes de la comunidad, muy al estilo de lo sucedido en zonas aún no consolidadas de la capital.

Debido a tal circunstancia, muchos vecinos se han visto aligerados de equipos de música y GPS en sus coches y de distintos enseres en sus trasteros. Al parecer, los ladrones se ayudan de objetos contundentes para romper las lunas de los turismos y para apalancar las puertas de los cuartos de las bicicletas para apropiarse de las mismas. "Hemos incorporado cámaras de seguridad en los locales, pero no se les puede identificar ya que visten con gorras o capuchas", explica una de las vecinas afectadas por los hurtos.

El hartazgo vecinal es evidente y ya alcanza a la actuación policial. No en vano, una de las principales quejas de los residentes es que los agentes de la Guardia Urbana no pueden hacer nada al presentarse, en la mayoría de los casos, de uniforme y con coches rotulados. "Así alarman a los chaveles, que pueden escapar. Hace falta que se tome más enserio este tema ya que no sólo es en este barrio donde están sucediendo los robos y, aunque parece que se ha aumentado la vigilancia, ¿por qué no se detiene a nadie? ".

Al respecto, los vecinos denuncian que hace unos días la Policía localizó a un joven de 19 años vendiendo los objetos robados en una tienda de segunda mano.

Comunicación con Bully Los vecinos tienen miedo a denunciar y a sufrir ataques violentos por parte de los jóvenes. Por esta razón, como última alternativa, representantes vecinales se han puesto en contacto con el concejal de Seguridad Ciudadana, José Manuel Bully, para tratar sobre cómo mejorar la seguridad de la zona.