Vitoria. El debate sobre la cría y tenecia de perros peligrosos está de nuevo a la orden del día tras la muerte el pasado 7 de junio de un niño de tres años en Tenerife debido a la agresión de su propio pit bull. Ante el temor de que se produzcan agresiones similares, el Consistorio vitoriano hizo público ayer el control que establece a este tipo de animales mediante la presentación de la Memoria de Sanidad Animal. De este informe se extrae que el año pasado se registraron en el Ayuntamiento 50 canes potencialmente peligrosos. Esta cifra se une al total de 536 perros de presa registrados desde hace seis años, cuando el Gobierno Vasco decretó que cada Ejecutivo municipal debía llevar un control de estos animales y de la persona que lo va a sacar a la calle. Sin embargo, en 2009 no todos los dueños decidieron dar de alta en el censo municipal a esta clase de can. "El Ayuntamiento impuso cinco sanciones por la tenencia de este tipo de perros sin tener la licencia", especificó ayer el concejal de Sanidad, Peio López de Munain.
En otros 18 casos, los inspectores encontraron que el animal se paseaba por la ciudad sin el bozal, una medida obligatoria para este tipo de razas, junto con la correa. Otros 16 expedientes se abrieron por tenencia especial, es decir, los que no forman parte de la lista de razas peligrosas pero que se tienen que someter a las mismas condiciones, debido a sus antecedentes mordedores.
En conjunto, la Memoria de Sanidad Animal contabiliza un total de 88 sanciones relacionados con el mejor amigo del hombre. De ellas, diez se impusieron por abandono -se trata de la multa más elevada con 1500 euros-, otros trece por llevarlos sin correa y uno por maltrato.
Del documento, también se extrae que la solidaridad de los vitorianos existe a la hora de adoptar. Un total de 1.057 perros de los 1.118 que ingresaron en el Centro de Protección Animal de Armentia encontraron dueño, lo que supone un 90% de acogidas. Los gasteiztarras tampoco dudaron en llevarse a casa a felinos abandonados. 382 gatos de los 494 del refugio encontraron nuevo hogar, es decir, un 79%. Otros animales, en cambio, tuvieron que irse a Alemania para que alguien les abriera la puerta. Éste fue el caso de 248 canes y 19 mininos que se fueron al país germano, a lo largo de diez viajes.