Vitoria. Las gentes de la Cuadrilla de la Montaña Alavesa ya pueden respirar tranquilas. El proyecto de red de alta tensión previsto por Red Eléctrica de España (REE) entre Castejón y Vitoria, que amenazaba con cruzar, y de paso, desbaratar parte sustancial de la riqueza medioambiental de la comarca -su principal activo-, es ya historia, tal y como avanzó DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA hace escasas fechas. La presión social ejercida por las instituciones y los vecinos de la zona y el trabajo de cocina realizado lejos de protagonismos indiscretos, cámaras y micrófonos por diferentes agentes a lo largo del último año han logrado acotar los problemas surgidos con una única solución que, en principio, parece satisfacer a todas las partes. La propuesta Biok, elaborada por el PNV y que se basa en el uso de infraestructuras ya existentes (sólo se requerirían pequeños cambios), ha logrado lo que parecía una entelequia. Tiene el consenso de Navarra, que aprovecharía la ocasión para blindar el desarrollo urbanístico de Pamplona y alejar del aeropuerto de Noain torres y torretas, y el del Legislativo vasco, donde hoy se escenificará una entente institucional apoyada por jeltzales, PSE e, inicialmente, PP.

Todos ellos rubricarán una enmienda que insta al Gobierno Vasco, en manos socialistas, a conminar al Ministerio de Industria, en idénticas manos y que es el competente en el Estado a la hora de aprobar trazados de las características del repudiado en Álava, a dar el plácet a una autopista eléctrica que evitaría su paso por el corredor de la N-I y por los municipios de Montaña Alavesa.

Con todo ello, parece evidente que el trazado entre Castejón y Vitoria a través de la Montaña Alavesa queda aparcado en detrimento de Biok. Éste incluye entre sus bondades una solución integral a los problemas energéticos de Euskadi y Navarra al facilitar nuevas conexiones en malla con otras redes -abre el camino a que la electricidad pueda llegar por más vías para evitar así una dependencia exclusiva de los dos trazados que llegan a Vitoria en la actualidad (Grijota e Itxaso)-. A su vez, aleja daños ecológicos que serían irreparables en la Montaña Alavesa y en zonas de la comunidad foral del calado ecológico de la Sierra de Urbasa, que se hubiera visto afectada si el trazado entre Castejón y Gasteiz discurriera por el corredor paralelo a la autovía N-I.

Junto a estas circunstancias, el proyecto propuesto por el PNV reúne las condiciones impuestas por REE para olvidarse del trazado que pretendía desde un principio y que tanta polvareda y rechazo social ha concitado con movilizaciones en el Viejo Reino y en el territorio histórico. De hecho, tiene el consenso del Gobierno de Navarra -logrado discretamente con negociaciones que han incluido a UPN, PSE y PNV- y, a tenor de lo expresado por los socialistas alaveses, el del Gobierno Vasco, suave en su posición inicial contra la autopista eléctrica por Montaña Alavesa y convencido una vez observado el clamor popular surgido en contra de la red. Con ello, no deberían quedar dudas sobre la viabilidad del nuevo trazado.

El caso es que parece que no hay excusas para que Biok siga su curso. Es más, la ocasión la pintan calva. En la actualidad el Estado está revisando las necesidades de electricidad existentes para el periodo 2010-2020. En ese contexto, un consenso institucional por parte de los Ejecutivos vasco y navarro para reforzar nuevas infraestructuras de alta tensión, necesarias a juicio del PNV, sería adoptado por REE, que renunciaría a su idea original de trazado a través de Montaña Alavesa. Este cambio de filosofía podría estar bendecido en su totalidad -con trazado concreto y definitivo- para antes del verano. La previsión no es baladí. Procede de las bocas de Javier Carro, parlamentario jeltzale y autor de Biok, y de Álvaro Iturritxa, burukide de la formación jeltzale. Ambos dieron ayer una rueda de prensa para dar a conocer los entresijos del proceso que ha logrado salvaguardar la integridad natural de la Montaña Alavesa. Según ambos, Biok ha salido adelante sólo gracias a un ingente trabajo en busca del consenso. Dicha tarea, entre otras cosas, logró en su momento convertir al PSE -único partido que se quedó fuera del consenso en contra de un trazado a través de los municipios alaveses- en otro hombro más para empujar al unísono en busca de alternativas a la red de alta tensión.

Trazado completo Sea como fuere, Biok consiste en el aprovechamiento de infraestructuras ya existentes, que quedarían conectadas entre sí a través de las subestaciones de Barcina (Burgos), Itxaso (Gipuzkoa), Orkoien y Castejón (Navarra). En concreto, el recorrido que tiene todos los visos de salir adelante enlazaría la subestación existente en la capital alavesa con la línea procedente de Itxaso a través de Araka, con un trazado nuevo de siete kilómetros, que sería la única obra a ejecutarse en Álava.

Además, se plantea usar uno de los dos corredores de 220 kilovatios que hay entre Itxaso y Orkoien y sustituirlo por uno de 400. Según Javier Carro, Red Eléctrica y el Gobierno de Navarra habrían optado ya por la línea que pasa por el puerto de Etxegarate, que se desmontaría y daría paso a una nueva estructura capaz de transportar 400 kilovatios.

Todo ello llegaría acompañado por ciertas modificaciones al primer trazado propuesto por Biok. No obstante, los cambios sólo tendrían que ver con la cercanía a Orkoien al crecimiento metropolitano previsto para Pamplona. Tal circunstancia, en pocos años, podría propiciar un desbordamiento de la capital navarra, que llegaría a los límites de la subestación. Por ello, desde el Ejecutivo de la comunidad foral y desde REE se habría planteado una opción para unir Orkoien con Muruarte. Ese estudio implicaría el desplazamiento de la red hacia el oeste, de forma paralela a la autovía A-12, para hacerla llegar a Dicastillo, en la comarca de Estella.

Visto lo visto, parece que la alternativa que se ejecutará finalmente se creará como una herramienta a nivel global capaz de enlazar las subestaciones existentes en la zona, que darían mayor cobertura eléctrica a Vitoria y a la zona de Estella y que eludiría los males ecológicos inherentes a los trazados de la Montaña Alavesa o el paralelo al corredor de la N-I.

l La naturaleza en peligro. Los ecologistas se suman rápidamente a las protestas de los pueblos al ser conscientes de que la línea, de inminente construcción, pondría en peligro el principal activo de la zona.

l Lakua se moja. La onda de la autopista eléctrica se va expandiendo y llega al Gobierno Vasco que, ante los daños que la línea causará al medio ambiente, pide a Red Eléctrica que busque otras alternativas.

l Primer manifiesto contra la red. La oleada de críticas, incluido el primer manifiesto firmado por siete ayuntamientos, obliga a Red Eléctrica a hacer un pequeño guiño a los vecinos de la Montaña.

l Red Eléctrica no se amedrenta. La compañía presenta, por fin, su proyecto obviando otras alternativas: la línea Castejón-Vitoría entraría por Oion para llegar a Dulantzi y Vitoria tras atravesar la Montaña.