vitoria. El conflicto de los guardas de la Asociación de Cotos de Caza de Álava (ACCA) está lejos de solucionarse. El próximo 5 de julio se cumplirá un año de la huelga que mantienen en defensa de un convenio laboral digno, desde que éste acabó en diciembre de 2007. El avance en las negociaciones es nulo a pesar de que los trabajadores hayan rebajado sus peticiones. Ahora, en concreto, reivindican una subida de 50 euros al mes de su sueldo base de 696 euros, frente a los 100 euros mensuales que exigían en 2008, con el fin de facilitar un acuerdo lo antes posible.
"En el orden del día de la Asamblea General anual de la ACCA de mañana no hay un punto del día para tratar la negociación del convenio colectivo", denunció ayer el delegado sindical de los guardas de cotos de caza Mariano Rabanal, junto a Óscar Bravo, en la sede del sindicato ELA.
A juicio de los portavoces, una prueba de la falta de voluntad de la ACCA para solucionar el conflicto es que los costes de estas peticiones para la asociación supondrían 33.950 euros, "un coste muy inferior a las cantidades abonadas por ACCA a los guardas despedidos improcedentemente durante el año pasado". Una actitud que para los guardas se traduce en que la Asociación posee dinero suficiente para despedir sin justificación alguna pero no para alcanzar un acuerdo con sus trabajadores.
Los empleados de los cotos de caza también critican la falta de implicación de la institución foral, responsable de abonar el 70% de los gastos de los guardas de los cotos de caza de ACCA. "Y eso que la prestamos un servicio directo a la Diputación a través del control de cazadores furtivos, el de vehículos a motor en zona de monte o el de fuegos". En lo único que hay avances en la negociación es en el seguro de responsabilidad civil, que venció el pasado 11 de mayo. "Hemos rebajado la franquicia, que antes era de 300 euros a 100, aunque lo que sí que está en peligro es el pago porque el convenio está aún sin firmar" recordó Rabanal, ya que el Ejecutivo foral financia su cobertura hasta un 75% con un tope de 150.000 euros.