Madrid. Una de las últimas modas es lucir en la muñeca una pulsera holográfica, justificada por el "incremento de la fuerza, flexibilidad y resistencia" que logran. Un complemento ligero de silicona disponible en varios colores que en su interior alberga un trozo de plástico plateado del tamaño de una lenteja. Una pulsera que oscila entre los 32 y 43 euros del que ahora se ha puesto en duda si se trata de un timo o es un milagroso remedio.

La asociación de consumidores Facua denunció ante las autoridades sanitarias a la empresa Power Balance España por atribuir propiedades "pseudomilagrosas" a sus pulseras y otros productos menos reconocidos como colgantes, tarjetas plásticas y pegatinas.

Las denuncias fueron remitidas, entre otros organismos, a la Dirección General de Salud Pública y Sanidad Exterior del Ministerio de Sanidad y Política Social y a la Secretaría General de Salud Pública de la Junta de Andalucía, según indicó ayer Facua.

Aunque las pulseras holográficas, al no ser un producto sanitario, no son de su competencia, por lo que Sanidad informó a las Comunidades de que la publicidad sobre las pulseras incumple lo establecido en la normativa que regula la publicidad de los productos sanitarios.

Se trata de una promoción en la que la empresa con sede en Marbella, asegura que sus productos contienen un "holograma" con una frecuencia que "brinda al cuerpo nuevamente un estado de armonía y equilibrio como lo tuvo antes de la contaminación por sustancias químicas, comidas rápidas, la falta de ejercicio y el estrés".

Según FACUA, por este motivo la empresa vulnera un Real Decreto de 1996 sobre publicidad y promoción comercial de productos, actividades o servicios con pretendida finalidad sanitaria. La citada norma prohíbe la publicidad de productos, materiales, sustancias, energías o métodos "que sugieran o indiquen que su uso o consumo potencian el rendimiento físico, psíquico, deportivo o sexual" sin ajustarse a los requisitos y exigencias previstos en la Ley del Medicamento.

Facua consideró que la publicidad de Power Balance también incurre en otra práctica prohibida en este Real Decreto, que es ofrecer "testimonios de personas famosas o conocidas por el público". A este respecto, recordó que en los anuncios de las "milagrosas" pulseras aparecen famosos como el tenista Manolo Santana, los surfistas Pablo Gutiérrez y Courtney Conlogue, la corredora de Four Cross Eva Castro o el baloncestista Shaquille O"Neal. Incluso en la tienda on line de la empresa, un testimonio afirma que su madre, que sufre de artrosis en una pierna "ha dejado de usar muletas".

Mientras que José María Múgica, director general de la Asociación de Consumidores y Usuarios (OCU), se muestraba ayer categórico al afirmar que la pulsera en cuestión "es un producto "milagro" y no tiene ningún efecto sobre la salud".

la respuesta Power Balance España negó vender pulseras con facultades "pseudomilagrosas", tal y como había denunciado FACUA, y anunció medidas "legales y comerciales" para proteger su marca y su "prestigio". La compañía aseguró que la pulsera "ni es un medicamento ni pretende serlo", por lo que no la considera sujeta a la regulación de la Ley del Medicamento, tal y como señaló FACUA en una nota. Asimismo, recordó que la demanda de la asociación ante las autoridades sanitarias se dirige "contra defectos en la publicidad emitida" y "en ningún caso" contra el producto.

Los responsables de Power Balance lamentó que los de FACUA no se hayan puesto en contacto con ellos "a fin de aclarar previamente las discrepancias demandadas" y aseguró que emprenderá "las acciones legales y comerciales adecuadas y necesarias para proteger su tecnología, su marca y su prestigio".

Muchas personas recordaron ayer la similitud de este caso con el de aquellas pulseras magnéticas que Manolo Polo, un masajista de Baleares, puso de moda en los años ochenta como paliativo contra el reuma que se podían adquirir en las farmacias. Un recuerdo al que ahora se apela con una sonrisa.