vitoria. La desigualdad de géneros se cimienta en unos pilares difíciles de erradicar debido a que la historia del machismo se extiende desde tiempos remotos. Derribar los muros del sexismo exige de más y nuevas herramientas, como el III Plan Foral para la Igualdad, que al igual que la Catedral Vieja, se denomina Abierto por obras debido a que la ciudadanía puede participar en su elaboración. 80 alaveses se reunieron ayer en el museo Artium con un mismo objetivo: analizar cuáles son los aspectos de la sociedad en los que aún se tiene que avanzar para eliminar la discriminación. Tanto asociaciones de mujeres como diversos colectivos que trabajan en esta materia y que, además, incluyen a hombres, como las agrupaciones vecinales o las AMPA, colaboran en la segunda fase de trabajo del III Plan Foral para la Igualdad, que está previsto que se apruebe este verano. Sin embargo, no era la primera vez que estos colectivos se reunían, ya que el pasado 12 de diciembre establecieron sus propuestas para elaborar el modelo más idóneo para Álava -entre las que domina la conciliación laboral- y de las que ayer pudieron ver de qué manera se han traducido en el borrador. El visto bueno definitivo al documento en verano, no significará que a raíz de esa época no se admitan más propuestas, ya que el plan estará en continua evaluación.
Ana, María José y Dari forman parte de la agrupación de mujeres Solastier de Llodio, a la que pertenecen un total de 87 integrantes. "En diciembre demandamos que había que trabajar más en el empoderamiento y en la lucha contra la violencia de género", explican estas mujeres, que luchan por la igualdad.