vitoria. Ya van tres los ciclistas muertos en la A-625 a su paso por la localidad ayalesa de Luiaondo. A pesar de que este es un tramo corto, los accidentes mortales no cesan. El último fallecimiento ocurrió en febrero cuando un vecino de Lezama perdió la vida en ese mismo punto al ser arrollado por una furgoneta. Las sociedades ciclistas del valle de Ayala tienen claras las causas de la alta siniestralidad. Achacan las muertes al mal estado de la carretera a su paso por esta localidad.
"Este tramo está fatal para todo el mundo porque está mal hecho. Los carriles que inician la subida son muy cortos y los radares no son la solución porque pegan el frenazo para limitar su velocidad a 70 km/h al llegar a ellos", explicó Alfredo Cerrillo, presidente del club ciclista de Amurrio y portavoz de las tres entidades deportivas que comparecieron ayer en las Juntas Generales para dar su visión sobre la siniestralidad de la citada carretera.
Todos los que comparecieron ayer en la Cámara foral coincidieron en su visión sobre la calzada asesina. Es más, para José Antonio Alaña, representante del club de Ayala, y José Ángel Arza, de la Sociedad Ciclista de Llodio, la precariedad viaria para circular con una bicicleta en Álava se extiende a toda la provincia. Algo que no se explican ya que la red viaria antes eran el "orgullo" de este territorio. "Tenerlas en este estado en el siglo XXI no tiene nombre, pero la situación empeora a medida que bajamos de Altube, donde no se arreglan ni se hacen trazados nuevos", criticó Cerrilo, quien comparó la vía de a Amurrio con algo sólo para "carros de caballo".
El portavoz ciclista propuso ensanchar los arcenes para proteger más a los amantes de la bicicleta. "El corredor va pegado a la carretera porque los arcenes miden 70 centímetros en la subida a Amurrio. Además, a nada que hace viento la fuerza les empuja contra los quitamiedos. Son una ratonera".
La seguridad también podría mejorar, según estas sociedades ciclistas, mediante la delimitación de marcas en los arcenes, que indicarían el espacio conveniente para el deportista. Una medida que países como Alemania, Dinamarca o Austria ya han puesto en práctica.
Otra solución para estos portavoces sería la construcción del túnel a la altura de la zona de Ventas -en el límite entre Llodio y Luiaondo- para que los ciclistas puedan cruzar a la antigua carretera, que hoy es travesía, evitando situaciones de peligro.
José Luis Letona, representante del PNV en las Juntas alavesas, tildó de "complicada" la creación de este túnel. "La razón, entre otras muchas cosas es su coste económico". A pesar de ello, confirmó que a raíz del último siniestro, sí que se van a poner en marcha otras correcciones, como el mantenimiento periódico de los arcenes para evitar los pinchazos ocasionados por los cristales de vehículos accidentados. También se van a incrementar el número de señales, "para avisar de que es una zona con gran flujo de vehículos".