Vitoria. Un giro inesperado, un movimiento de última hora, una reacción a tiempo. Son muchos los calificativos que puede recibir la noticia avanzada ayer por el secretario general de los socialistas alaveses, Txarli Prieto, en torno a la línea de alta tensión Castejón-Vitoria, pero quizá la principal enseñanza es que los políticos saben, a veces mejor que los propios ciudadanos, que no deben subestimar el poder de la calle. Y más con unas elecciones a la vuelta de la esquina.

Así lo demuestra el hecho de que, tras meses arrinconados en las cámaras alavesa, vasca y española por su desmarque del veto generalizado al trazado de la autopista eléctrica por la Montaña Alavesa y los Montes de Vitoria, los socialistas se hayan visto intimidados por una creciente presión social y hayan decidido actuar.

Tras convocar de urgencia a los medios, Prieto anunció ayer que la jornada anterior, la del miércoles, el PSE se reunió en el centro de Vitoria con el presidente de Red Eléctrica Española, el ex ministro de Felipe González Luis Atienza, para convencerle de que desvíe el trazado de la línea y que éste siga el curso de la N-I.

Los socialistas sentaron a Atienza frente al alcalde de Vitoria, Patxi Lazcoz; a la consejera de Agricultura, Pilar Unzalu; a varios junteros del PSE y al propio Prieto, y le presionaron hasta que accedió a estudiar su propuesta. "Hay un alto índice de probabilidades de que la semana que viene arranquemos ese compromiso a REE", afirmó el portavoz socialista.

La "reunión de alto nivel" fue montada "en unas pocas horas" por el propio Prieto, según él mismo dejó entrever al apelar a su "capacidad de convocatoria", y al parecer dio resultados. En contra tienen la complejidad técnica y económica que implica estudiar el nuevo trazado y que impidió cerrar el asunto el mismo miércoles, pero algún compromiso concreto sacarían los socialistas del encuentro inconcluso, habida cuenta de la seguridad con la que Prieto se manifestaba ayer. Lo contrario sería lanzarse sin red en una cuestión frente a la que la sociedad alavesa es muy sensible, y en el PSE son muy conscientes de ello.

"En las últimas semanas se ha puesto de manifiesto una oposición creciente por parte de grupos sociales y políticos, que apuestan por el trazado de la N-I. En el PSE, asumiendo el liderazgo que nos corresponde, hemos creído necesario intervenir de forma definitiva", afirmó el secretario general del PSE en Álava.

En concreto, antes del miércoles se prevé otro encuentro con los mismos actores. Falta la Diputación, quizá la institución más activa en la pelea por librar a la Montaña de la red, pero dado que en el palacio foral apuestan por el trazado de la N-I "es como si hubieran estado", afirmó el portavoz de un partido cuya posición en este asunto empezaba a desgastarle.

De todos modos, el PSE sigue siendo partidario de construir la línea, aunque sea por otro sitio, ante las carencias de suministro de energía que puede afrontar Euskadi a corto plazo, sobre teniendo en cuenta la demanda que generará el TAV.

Casi ganada la batalla en Álava, una victoria que la Diputación atribuía ayer en su totalidad a la sociedad alavesa, en caso de que se confirme, se abre un nuevo frente en Navarra. Evitar la Montaña Alavesa significa entrar en Urbasa, y en ese sentido Prieto afirmó ayer que para REE el primer trazado era el más limpio "porque ven la línea en su conjunto". El delegado de la empresa en la zona norte, Antonio González, arrojó luz sobre el asunto. En la reunión con el PSE les aseguraron que el trazado por la N-1 es viable, y que la decisión final es básicamente política. Son Euskadi y Navarra quienes deben ponerse de acuerdo.