Vitoria. La exhuberancia del sector comercial en Euskadi está fuera de toda duda... Al menos, en términos generales. Los diagnósticos elaborados para comprobar la salud del gremio certifican que éste no padece males irreparables. De hecho, cada vez hay más establecimientos y estos se decantan por la especialización y por competir en un modelo equilibrado entre los minoristas y las grandes superficies en un arquetipo que se antoja capaz de dar cobertura a las necesidades de la población. Ahora bien, la generalidad vasca no oculta las peculiaridades del caso alavés, que sufre los rigores de la macrocefalia gasteiztarra. La capital desborda y aglutina la práctica totalidad de la oferta terciaria existente dejando al resto del territorio inmerso en un desierto comercial. Con oasis, pero árido en términos generales y que dibuja sobre el mapa un desequilibrio territorial evidente, dictado por la estructura social y poblacional del territorio.

Los datos recopilados por este diario explican que el número de establecimientos en la CAV ha subido un 8% en la útima década, repunte que ha llegado acompañado por el afianzamiento de una reestructuración que se antojaba imprescindible para asegurar la pervivencia de los negocios, independientemente de su tamaño y condición societaria. No en vano, informes que obran en poder del Departamento de Industria, Innovación, Comercio y Turismo del Ejecutivo autonómico especifican que el vigor recobrado en la creación de tiendas sólo se circunscribe a aquellos establecimientos con lineales especializados. Estos han crecido un 10% en los últimos 10 años y ya conforman casi el 95% de la oferta existente -los locales no especializados retroceden el 8%- en el conjunto de Euskadi.

En términos generales, el sector comercial en el País Vasco destaca hasta alcanzar cotas punteras en la Unión Europea. En conjunto, la densidad comercial -número de establecimientos por cada 1.000 habitantes- aumentó entre 2001 y 2008 hasta llegar a los 15,5, un ratio que coloca al gremio a la cabeza de los países europeos, superando a España (12,4) e Italia (12,4), y dejando a gran distancia al resto de los integrantes de la UE (8,2), según reflejan las estadísticas elaboradas por Eurostat, servicio de la Comisión Europea para tales menesteres. Esta elevada condensación, ligada a otros factores como el modelo de ciudad y hábitos de vida, se combina con el mayor peso de los comercios especializados para determinar un modelo con buena salud general y que capea la crisis y la recesión con cierto criterio.

Sin embargo, un estudio de los casos particulares da otra visión sobre el modelo comercial. Desde el punto de vista del equilibrio territorial, Álava es la excepción. Es interesante examinar cómo se distribuye geográficamente la densidad terciaria en el País Vasco. Por supuesto, destaca la concentración de tiendas en las capitales. Precisamente, ahí es especialmente significativo el caso de Vitoria, que acumula un 84% de los comercios del territorio. Bilbao aglutina el 79% y Donostia, el 46%. Las capitales vizcaína y guipuzcoana superan la media en esta variable. Gasteiz, por su parte, queda por debajo de ella, al igual que el resto de comarcasque componen la provincia.

Curiosamente, en los estudios elaborados al respecto se muestran casos sorprendentes, como que el municipio con más densidad comercial de Euskadi es Zigoitia -en el ámbito de influencia de la urbe gasteiztarra, de la que dista apenas cinco kilómetros-, en cuya superficie se encuentra el centro comercial Gorbeia. Después, en el puesto 35, está Agurain. Y después, poco más. Ni siquiera los grandes núcleos de Ayala consiguen destacar en este tipo de estadística, quizás, por la cercanía de Bilbao y de su oferta de tiendas.

Salvedades a reseñar Desde el Ejecutivo autonómico se asegura que sólo los municipios de Salvatierra, Laguardia y Vitoria, cabeceras de sus comarcas, se acercan a la media vasca de locales por habitante. Después, por debajo de los 8 establecimientos por cada 1.000 vecinos, ratio que enumera los pueblos con una densidad baja, está el resto de Álava, donde hay siete municipios sin ninguna tienda. Es más. La Cuadrilla de Montaña Alavesa es la única comarca en el conjunto del País Vasco en la que ha decrecido el número de tiendas.