Kinshasa. El médico oscense, vinculado a la Asociación Africanista Manuel Iradier alavesa, Mario Sarsa veía ayer retrasado un día su regreso a Kinshasa, desde donde será repatriado a Madrid, después de su liberación del grupo que lo tenía secuestrado en la selva de la República Democrática del Congo (RDC).

La Embajada española en la RDC tenía intención de trasladar hoy a Sarsa a Kinshasa desde Mbandaka, capital de la provincia de Ecuador, donde se encuentra, según dijo el cónsul de España, Enrique Criado, pero imponderables de última hora se lo impidieron. "Me siento feliz de que esta pesadilla haya acabado", dijo en Mbandaka a los medios locales Sarsa, en sus primeras declaraciones tras ser liberado.

Sarsa fue capturado por un grupo rebelde de la etnia enyele cuando viajaba de la ciudad de Kisangani, en el noreste del país, hacia Kinshasa en una embarcación fluvial, la Malaika.

Según explicó el médico a la emisora local Radio Okapi, patrocinada por la ONU, "los insurgentes capturaron el barco y ordenaron al comandante ir a la orilla del río. Hicieron bajar a todo el mundo y a la mañana siguiente el jefe de los rebeldes decidió que yo debía permanecer como rehén".

Sarsa agregó que estuvo "encerrado en un pequeña choza" y también explicó que el primer día sufrió una lesión leve, debido a que "me ataron muy fuerte y me maltrataron un poco", pero se consideró "afortunado" y satisfecho de estar libre.

Después pudo moverse por el poblado de los insurgentes según dijo a la emisora: "Estuve en el pueblo y leía y aprendía un poco de francés".

Un portavoz de la Embajada española en Kinshasa dijo que, pese a que se esperaba ayer a Sarsa en la capital congoleña, finalmente "llegará un día después" acompañado por Criado, quien ayer lo recibió en Mbandaka, donde llegó en una embarcación militar desde el lugar donde estuvo secuestrado entre los pasados días 2 y 12. Tras su liberación, el martes, por un comando de las Fuerzas Armadas congoleñas (FARDC), Sarsa fue trasladado, en un viaje de 150 kilómetros por el río Congo, desde la isla de Nganda-Kongo a Mbandaka, según informaron las autoridades congoleñas.

A su llegada a Mbandaka, además de la representación diplomática española, esperaban a Sarsa el jefe del Estado Mayor de las FARDC, el general Didier Etumba, que ha mantenido una permanente coordinación con la Embajada de España desde que se conoció el secuestro de Mario Sarsa.

El presidente congoleño, Joseph Kabila, también estuvo en Mbandaka y, según las autoridades locales, fue quien ordenó el envío del comando del 321 Batallón de las FARC para liberar a Sarsa, una vez localizado el lugar donde se encontraba, unos 150 kilómetros al norte de esa ciudad.

El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, informó el miércoles de que Sarsa había expresado su deseo de ser repatriado lo antes posible a España y dijo que esperaba que este mismo fin de semana pudiese reunirse ya con sus familiares.

El embajador de España en Kinshasa, Félix Costales, dijo que Sarsa será repatriado a España nada más efectuarle los exámenes médicos que precise.

Los rebeldes enyele utilizaron la Malaika, la embarcación donde viajaba Sarsa, para atacar Mbandaka el pasado día 4 y ocuparon parte de la ciudad y el aeropuerto, hasta que fueron desalojados por las FARDC, con apoyo de los militares de la Misión de la ONU en el Congo (MONUC), al día siguiente.