Los equipos de rescate recuperaron dos cadáveres más la madrugada del ayer y elevaron a 182 muertos el balance de la tragedia por las lluvias que castigan el estado brasileño de Río de Janeiro desde el comienzo de la semana. Un contingente de cerca de 50 hombres, del cuerpo de bomberos y de la policía, trabajó toda la noche bajo una fina lluvia con la ayuda de reflectores y de 18 excavadoras. Los bomberos consideraron que podría haber 200 personas soterradas todavía.