Cada año se producen casi 9 millones de muertes de niños menores de cinco años, unas 25.000 diarias, la mayoría (90%) provocadas por causas prevenibles o enfermedades tratables como la neumonía, la diarrea, el sarampión, la malaria, el VIH/sida y una variedad de complicaciones relacionadas con el embarazo, el parto y el cuidado del recién nacido, según informó hoy Save the Children en un comunicado con motivo del Día Mundial de la Salud.
Además, el 97 por ciento de estos niños se concentran en países de ingresos bajos o medios, y pertenecen a las comunidades más pobres y marginadas dentro de sus países. En Afganistán, uno de cada cinco niños morirá antes de cumplir los cinco años; mientras que en toda la región del Africa subsahariana esta cifra asciende a uno de cada siete.
Según destacó Save the Children en un comunicado, existen "soluciones sencillas y de bajo coste" para salvar estas vidas ya que, por ejemplo, los antibióticos para tratar la neumonía, causante de dos millones de muertes infantiles anuales, tan sólo cuestan 30 céntimos de euros, mientras que las sales de rehidratación oral para combatir la diarrea, tan sólo 50 céntimos de euro.
Pese a que los gobiernos del mundo se comprometieron a reducir en dos tercios la tasa de mortalidad infantil en menores de cinco años para 2015, si sigue la tendencia actual este objetivo no se alcanzará hasta 2045 y "millones de niños habrán perdido la vida por causas tratables y prevenibles".
"Es necesario un incremento drástico de los fondos dedicados a construir sistemas sanitarios sólidos y una firme voluntad por parte de los gobiernos para a proporcionar tratamientos para las enfermedades que más muertes infantiles provocan", explicó Alberto Soteres, director de Save the Children.