vitoria. Existió un periodo en la historia de Vitoria en el que los conductores pecaban de cierta despreocupación. Los semáforos que cambiaban a rojo se respetaban en función de la cercanía de una patrulla de la Policía Municipal, los límites de velocidad eran orientativos y si se producía una infracción no se detraían puntos del carné de conducir. Todo cambió desde la llegada de la tecnología a la capital alavesa, cuando los discos más ignorados incorporaron cámaras delatoras y vías como la avenida del Zadorra incorporaron radares fijos. Aquello pilló a contrapié a muchos y el volumen de infracciones en la capital alavesa subió como la espuma. Ahora que todos los ciudadanos conocen la ubicación exacta de los ingenios acusadores, las irregularidades han descendido notablemente. Una concienciación a la que también ha contribuido la conexión de los sistemas informáticos de la Policía Municipal a los de la DGT, con lo que cada infracción, al margen de la consiguiente sangría económica, conlleva merma de puntos del permiso.
El concejal responsable del área de Seguridad Ciudadana, José Manuel Bully, tildó de "considerable" el descenso del número total de los accidentes de tráfico registrados en el asfalto vitoriano durante 2009. Los agentes atendieron un 13,42% de siniestros menos que en 2008 y las colisiones con víctimas cayeron "de forma notable" al pasar de 477 en 2008 a 371 en 2009.
La disminución del número de heridos también constituye una buena noticia, ya que frente a los 629 de 2008 se pasó a 490 el año pasado, lo que se traduce en una caída del 22,10%. En la parte negativa, la Policía Local contabilizó cinco fallecimientos en accidentes, tres más que el año anterior.
atropellos También las campañas de concienciación, dirigidas tanto a los conductores como a los viandantes, para reducir el preocupante número de atropellos registrados en la capital alavesa durante los años precedentes parecen haber dado sus frutos. Los arrollamientos con víctimas se han reducido al pasar de 121 en 2008 a 114 en 2009. Según precisó Bully, "se mantiene la tendencia a la baja general de los últimos años en siniestralidad causada por los accidentes de circulación, registrándose las cifras más bajas de víctimas, tanto de heridos como de fallecidos, de los últimos veinticinco años, tanto en el número total de éstos como porcentual en relación con los habitantes y vehículos".
El cada vez mayor comportamiento cívico de los conductores en la capital alavesa se traduce, además, en una importante caída de los "positivos" detectados en los controles de alcoholemias y sustancias tóxicas que lleva a cabo la Policía Local. Cuando estas pruebas se han realizado tras producirse un accidente de tráfico, el número de infracciones ha pasado de 149 en 2008 a 123 en 2009, un descenso del 17,45%. En incumplimientos graves de este tipo sin que mediasen siniestros se pasó de 283 a 217, una reducción del 23,32%. Igualmente cae el volumen de resultados positivos en los controles preventivos de alcoholemia, ya que en 2008 se practicaron 7.306 pruebas de las que 310 recibieron sanción y el año pasado se llevaron a cabo 7.985 con 296 positivos.
En materia preventiva, la Policía Municipal controló 180 vehículos de transporte escolar, realizó 4.500 regulaciones de tráfico en salidas y entradas a colegios, vigiló la velocidad de 96.000 vehículos, controló el correcto estado de 2.000 ciclomotores, desplegó 200 puestos de control del uso del cinturón de seguridad e impartió cursos de seguridad vial a diversos colectivos ciudadanos, desde escolares a grupos de la tercera edad.