vitoria. Las acciones contra el tráfico de drogas no entienden de vacaciones. Todo lo contrario. Se intensifican para golpear las vías de entrada de los estupefacientes y para evitar que el negocio de los narcos repunte en fechas propicias para ello. El caso es que operación tras operación, los distintos cuerpos policiales han logrado elevar la presión contra el menudeo de sustancias como el hachís y la cocaína. En ese contexto se enmarca la investigación desarrollada por la Comandancia alavesa de la Guardia Civil. Sus agentes, en colaboración con sus homónimos de Burgos, han logrado desactivar en Vitoria y en la castellana localidad de Briviesca una banda que se dedicaba a la venta de sustancias ilícitas. Los resultados de meses de pesquisas y documentación son contundentes. Los miembros del instituto armado han detenido a once personas -de nacionalidad española, marroquí, colombiana, argelina y rumana-, se han llevado a cabo seis registros domiciliarios y han decomisado más de 12,5 kilos de drogas que, en el mercado y tras su corte y tratamiento, podrían haber alcanzado un precio de venta de 194.000 euros.

La investigación, conocida como operación Giralda, no es fruto de un día. El grupo de la Benemérita que lucha contra la delincuencia organizada (EDOA) recibió un soplo a lo largo del pasado mes de septiembre. Entonces comenzó el trabajo que seis meses después ha desembocado en los arrestos y en el punto, y quién sabe si final, de las actividades de una trama organizada especializada en la distribución de drogas en varias provincias.

Los primeros resultados de las investigaciones llegaron el día 2 de marzo con el arresto en la capital alavesa de cinco personas a las que se acusó de su presunta relación con el tráfico de estupefacientes. No obstante, la madeja tenía mucho más hilo. Sólo hacía falta tirar de él. Así, las pesquisas policiales condujeron a los agentes de la Guardia Civil a una segunda etapa. Ésta se desarrolló el pasado día 21 con otras seis detenciones en Briviesca.

En total, y según indicaron a este diario fuentes de la Subdelegación del Gobierno central en Vitoria, los agentes han realizado un total de seis registros domiciliarios y otros cuatro en garajes y lonjas de las localidades de Gasteiz, Burgos y Briviesca. Todo ello ha servido para incautar un alijo con casi 2,5 kilos de cocaína de gran pureza y 10,200 kilos de hachís. Parte de la droga aprehendida estaba ya dividida en dosis de un gramo y medio preparadas para su venta.

También se han incautado cinco vehículos de alta gama, 36 teléfonos móviles de diferentes marcas y modelos, más de una veintena de tarjetas de telefonía, diferente material informático y digital, cuarenta y seis mil euros en metálico, cuatro bates de béisbol, tres cuchillos y dos básculas de precisión, así como otros efectos y documentación.