Vitoria. La capital alavesa, zarandeada por rachas de viento que llegaron a alcanzar los 110 kilómetros por hora, rozó ayer una tragedia de grandes dimensiones. La caída de tejas se extendió por distintos puntos de Gasteiz a lo largo de la jornada y, en uno de estos episodios, un hombre de avanzada edad resultó herido de gravedad al recibir el violento impacto de un cascote en la cabeza. Por suerte, la eficaz respuesta de los equipos sanitarios logró evitar males mayores.
Los hechos sucedieron alrededor de las 10.55 horas a la altura del número 36 de la calle Los Herrán, en un momento de especial virulencia del viento. El hombre, de 85 años de edad, paseaba tranquilamente junto a la cornisa del edificio cuando, de pronto, el aire provocó el desprendimiento de una teja que por desgracia fue a parar a su cabeza. Los testigos del suceso se temieron lo peor al ver al hombre malherido, sangrando de forma abundante y tendido sobre la acera de esta céntrica vía.
La Policía Municipal se personó de forma inmediata en el lugar para atenderle en primera instancia, hasta que una ambulancia tomó el testigo. El hombre fue trasladado al cercano Hospital Santiago para recibir asistencia médica. Allí se le sometió a una exploración en el servicio de Urgencias que emitió su diagnóstico: fractura craneal acompañada de una abundante hemorragia. Pese a la gravedad del suceso, el anciano pasó poco después a planta, donde fue ingresado en el servicio de Neurocirugía. Una vez estabilizado, y según el parte médico facilitado a este periódico por fuentes sanitarias, permaneció en estado estable y en observación. Por suerte, éste fue el único daño personal grave que, al menos al cierre de esta edición, hubo que lamentar como consecuencia de la ferocidad climatológica.
Porque la jornada dejó un rosario de incidentes a lo largo y ancho de la ciudad, que desbordaron de trabajo a los Bomberos. Alrededor de las 13.00 horas tal era la acumulación de trabajo que tenían una cuarentena de salidas pendientes. En una de ellas, se vieron obligados a acordonar por motivos de seguridad un tramo entre las calles Postas y Dato, debido al desprendimiento de la cubierta de un tejado. Allí se desplegaron varios efectivos tanto de este cuerpo como de la Policía Local. Los contenedores también sufrieron de lo lindo a lo largo de la jornada por culpa del viento, y muchos de ellos recorrieron las calles de la ciudad como si hubiesen cobrado vida.
Fuentes municipales explicaron a lo largo de la mañana que el Consistorio está evaluando la necesidad de acometer medidas de urgencia para evitar problemas a lo largo del fin de semana, porque las rachas de viento pueden llegar a alcanzar los 140 kilómetros por hora en la ciudad. En concreto, el Gabinete Lazcoz estudia cerrar los parques de la ciudad ante el peligro que entraña pasear bajo los árboles. Además, amarrará las numerosas grúas de obra dispersas por toda la ciudad.