Un juez de Sevilla mantiene imputados a dos hombres, residentes en Sevilla, cuñados entre sí y padres de ocho menores, por supuestos abusos sexuales cometidos en 2008 sobre tres de sus hijas cuando tenían 6 y 7 años, a las que se intercambiaban para abusar de ellas. En las violaciones participaron presuntamente otros dos amigos de la familia, también acusados, al igual que las madres de las niñas, por conocer las agresiones y no impedirlas. Tras tener conocimiento las autoridades de estos hechos, el servicio de protección de menores de la Junta declaró a los niños en desamparo y prohibió a las familias acercarse a ellos. El pasado viernes las tres niñas víctimas de los abusos ratificaron sus testimonios a las preguntas de un psicólogo redactadas por el juez, la fiscalía y los abogados defensores, para evitar así su presencia en el juicio oral.