vitoria. Mayores sanciones, menos pegas con las distancias entre bares e insonorización obligatoria. Éstas son las características más destacables de las ordenanzas sobre ruido y hostelería que maneja el gabinete Lazcoz en Vitoria. Las medidas, cuya tramitación se finalizaría en tres meses si logran el apoyo suficiente en el Ayuntamiento, priorizan ante todo el derecho al descanso de los vecinos y, por ello, se apuesta entre otras cuestiones por alejar las discotecas de los edificios con viviendas y por multiplicar por cuatro o por seis las multas por ruido.
El equipo de gobierno pretende poner paz, por fin, en uno de los temas polémicos por excelencia de la ciudad, y de partida admite que es "imposible" conciliar los intereses de los vecinos, los hosteleros y los clientes. Por ello, el alcalde de Vitoria, el socialista Patxi Lazcoz, admite que los primeros serán los principales beneficiados de esta nueva regulación -tanto del ruido como de la actividad hostelera-, que da una de cal y otra de arena al ocio nocturno. Con esta batería de medidas, con las que la capital alavesa se mira en el espejo de San Sebastián y se adelanta "a lo que, estamos seguros, será obligatorio en muy pocos años", Vitoria cumpliría tanto las recomendaciones de la Unión Europea como la legislación nacional en materia de salud, pero también intenta preservar la vida nocturna de la ciudad.
Por un lado, en el lado más positivo para los hosteleros, el ejecutivo local pretende dar facilidades en la regulación de las distancias entre los pubs, dada la escasez de este tipo de locales en la ciudad, y este cambio de bar a pub -eso sí, si se realiza una mejora técnica integral- les permitiría ampliar sus horarios hasta rondar las 2.30 horas. El Casco Medieval, sin embargo, no podría acogerse a estos cambios sobre todo por cuestión de la altura de los locales.
Además, también se suaviza el régimen de distancias para facilitar la rehabilitación de los locales mediante la adquisición de las lonjas colindantes, una maniobra que apuesta por la calidad hostelera puesto que, en algunos casos, los establecimientos podrían incluso duplicar su tamaño. Igualmente, también se fomentará la creación de zonas de ocio en torno a plazas peatonales, al estilo de la Plaza Nueva.
La ubicación del ocio nocturno es uno de los grandes debates que se abordan en estas ordenanzas. El gabinete Lazcoz recupera la idea que ya se barajó durante la época Alonso de trasladar las discotecas a la periferia, reduciendo la normativa de distancias y de plazas de aparcamiento necesarias para los establecimientos de este tipo que se ubican en la zona industrial, para así dar un respiro a zonas como el Casco o el Ensanche. El gabinete, de esta forma, quiere prohibir la instalación de estos locales en edificios de uso residencial, una medida que no afectaría a las ya existentes a pesar de que Lazcoz reconoció que a estos negocios les puede resultar más atractivo un traslado.
las medidas más exigentes Entre las medidas más duras para los locales hosteleros, destaca la necesidad de que todos los establecimientos se insonoricen en un plazo de siete a diez años -en la actualidad, 600 locales no cuentan con estos sistemas, y hay 1.800 licencias en la ciudad- y la revisión al alza de las multas por ruido. Lazcoz habló claro: el objetivo es que las sanciones "duelan al bolsillo" de los infractores. Las infracciones por superar los límites establecidos se situarían entre los 600 y los 12.000 euros.
Una vez anunciada su propuesta, el gabinete Lazcoz deberá ahora buscar apoyos. El alcalde subrayó ayer que el objetivo es que se logre "el máximo consenso político y social" en el difícil equilibrio entre el descanso vecinal y el ocio nocturno. Para preparar el terreno, el Departamento municipal de Medio Ambiente ya ha tenido en cuenta tanto las recomendaciones del Síndico como del Consejo Social y, en el grupo de trabajo, también han participado grupos de la oposición, algo que en principio facilitaría que el proyecto siga adelante. Vitoria prepara su ley del silencio.