zaragoza. Los padres de un bebé, un curandero y su mujer, todos ellos de nacionalidad nigeriana, fueron ayer condenados a 18 meses de cárcel por practicar una circuncisión al niño, que murió el 27 de noviembre de 2008 en un ambulatorio de Zaragoza al que llegó muy grave.
El juicio se celebró ayer en la Audiencia Provincial de Zaragoza y duró sólo una media hora tras modificar el fiscal el delito que les imputaba, de homicidio doloroso a imprudente, y reducir la pena a 18 meses de cárcel, frente a los 13 años de prisión, para el matrimonio, y diez, para el curandero y su mujer, que pidió inicialmente. Los cuatro condenados quedaron en libertad tras haber permanecido catorce meses en prisión preventiva.
El abogado del curandero, Javier Osés, aseguró que las razones culturales han influido en la modificación del criterio definitivo del fiscal, quien ha entendido que se trataba de un homicidio imprudente y no doloso. "A nosotros nos cuesta asimilar la circuncisión, pero para ellos es algo propio, porque forma parte de su cultura", comentó Osés sobre la actuación de los cuatro nigerianos.