Barcelona. Desde que en el año 2005 se aprobara la ley de medidas sanitarias con las nuevas normas sobre el tabaquismo, la mortalidad por esta causa se ha reducido en 1500 personas anuales. Haciendo un sencillo cálculo 6.000 personas han podido salvar la vida gracias a esta ley, cifra sacada de un estudio que presentó ayer la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), en base a los casos de fallecimiento directamente relacionados con su consumo por dos causas concretas, los infartos de miocardio y el cáncer de pulmón.
Otra de las notas más positivas es que el sector de la Hostelería no ha sufrido una bajada en el volumen de ventas, ni tampoco en el número de personas ocupadas, a pesar de la prohibición de fumar en muchos restaurantes y cafeterías o las reformas requeridas para poder hacerlo. No obstante, y a pesar de las prohibiciones, no ha habido variaciones significativas en cuanto al índice del consumo general del tabaco, que si bien se va reduciendo, el ritmo es parecido a la tasa anterior a cuando la ley fue aprobada. Concretamente, el consumo de tabaco se reduce anualmente a una media del 2,2% entre los hombres y un 2,9% entre las mujeres desde 1987. Mucho más significativa resulta la cifra de exposición al humo ambiental del tabaco entre la población en general, que se ha reducido del 50% al 20% desde el 2005. Los niveles de exposición han bajado en todos los ámbitos analizados, es decir, en las viviendas particulares, el trabajo y los espacios dedicados al tiempo libre. Destaca las personas que por su trabajo, en la mayoría de los casos relacionados con el mundo de la hostelería, que tras la ley, ya no se encuentran expuestos diariamente al humo en calidad de fumador pasivo.
No obstante sólo se prohibe fumar en un 15% de los bares y restaurantes, por lo que muchos camareros y trabajadores de la hostelería siguen expuestos al humo ambienta y el nivel de aplicación de la ley es muy desigual, como demuestra que en Andalucía se hayan hecho poco más de 10.000 inspecciones para obligar al cumplimiento de la regulación, mientras que en Cataluña se han superado las 30.000 inspecciones.
Los autores del estudio defendieron el endurecimiento de la ley y estimaron que si se "dejase de fumar en todos los bares y restaurantes de España se podrían llegar a evitar mil muertes más entre el colectivo de trabajadores del sector de la hostelería, que en España son alrededor de un millón de personas" señalaban.
La SEE puntualizó que la aceptación de la ley de 2005 entre la población es buena y ha ido mejorando en los últimos cuatro años hasta situarse en un 70% de aceptación entre los no fumadores y un 50% entre los fumadores.