WASHINGTON. El área de la capital de EEUU intentó empezar a recuperar la normalidad tras la peor tormenta de nieve de las últimas décadas, que ha dejado al menos dos muertos y mantiene a 100.000 personas sin electricidad. Durante la jornada de ayer, la capital estadounidense continuó prácticamente paralizada, la mayoría de los medios de transportes, ferrocarriles, autobuses y aviones, permanecieron suspendidos, aunque el aeropuerto Dulles International, el mayor de la zona, sí comenzó a recibir vuelos, pero de modo muy limitado. Foto: efe