madrid. El Gobierno ha aprobado un Real Decreto por el que, desde ayer, AENA vuelve a asumir la capacidad de gestión y control del tráfico aéreo que desde 1999 estaba en manos de los controlaores aéreos. Además, el Real Decreto liberaliza el servicio del control del tráfico aéreo de España que a partir de ahora podrán desempeñar nuevos proveedores.
Esta decisión, adoptada ayer a propuesta del ministro de Fomento, José Blanco, se debe a la imposibilidad que tiene en estos momentos AENA de garantizar la prestación de los servicios que dan los controladores aéreos en España.
Blanco justificó estas medidas por razones de "efectividad" y para que los "costes sean asumibles". Indicó que estas circunstancias no estaban garantizadas en este momento y añadió que ante la falta de acuerdo con los controladores aéreos para la firma de un nuevo pacto se ha tenido que adoptar una decisión que resuelva el conflicto. El ministro dejó claro que se ha intentado alcanzar un acuerdo a través de más de 65 reuniones, pero que los controladores han presentado propuestas que han agravado la situación. Destacó entre esas propuestas la de un aumento de los salarios, que no son "tolerables", porque una empresa pública no puede pagar sueldos millonarios, cuando "se está pidiendo a los españoles austeridad".
El ministro ofreció como ejemplo la cifra de que, si se hubiesen aceptado las exigencias de los controladores en 2012, los salarios de éstos (una media de 350.000 euros al año) subirían prácticamente un 70%, algo que "España no puede permitirse".
A través del decreto, publicado ayer en el Boletín Oficial del Estado, para que entre en vigor con fecha de ayer, se permite la llegada de controladores de cualquier país europeo que tengan la licencia oportuna.
Con este decreto, AENA dispone de nuevo de la posibilidad de disponer los planes de trabajo que deben llevarse a cabo en los aeropuertos españoles, algo que hasta ahora se encontraba en manos de los controladores.
La nueva disposición acorta las horas de trabajo extra que se mantenían en el convenio firmado con los controladores en 1999 y que eran de 600 anuales, y pasan a ser de 80 anuales, con lo que la jornada anual efectiva pasa de las 1.200 horas anteriores a las 1.750 horas. Con estas medidas, el presidente de AENA, Juan Lema, indicó que se quiere evitar que se produzcan situaciones que consideran "de secuestro de los derechos de los pasajeros".